La mayoría de las historias de amor son material para un guion de película, como esta que fue escrita en 1957, cuando el abuelo de la novia decoró el patio, la tía horneó el pastel y la madrina cosió el vestido. Era el día de la boda de Rosario y ‘el niño ruso’, y la familia se reunió para celebrar el tan esperado día. En sus corazones solo habitaba la fe de tener una buena vida, pero sin imaginarlo y con el paso del tiempo fueron padres de nueve hijos, abuelos de 16 nietos y bisabuelos de cuatro bisnietos, todos ellos testigos de la fuerza de su amor durante 60 años.
Todos sus recuerdos han sido guardados en su memoria debido a que en su juventud no se pudieron permitir la compra de una cámara fotográfica ni pagar una foto para plasmar el evento. Cuando su historia llegó a HOPE, un grupo de proveedores de São Paulo dedicados a organizar eventos, tuvieron la oportunidad de inmortalizar uno de sus recuerdos más especiales: su boda.