Muchas chicas sueñan con una boda perfecta: un día soleado, un vestido de princesa y muchos invitados que las acompañen a festejar uno de los días más felices de sus vidas. Sin embargo, la triste realidad a las que muchas parejas se enfrentan es que una fiesta para celebrar un matrimonio no es nada barata.
Sin embargo, ¡no hay que desanimarse! La boda de tus sueños puede estar a tu alcance. Una pareja de Perth, Australia, logró tener una ceremonia preciosa con un presupuesto muy limitado. ¡El vestido costó 25 dólares!
Pospusieron su boda tres veces
Alexa Witney y su ahora esposo Kyle Bindon se comprometieron justo antes de que comenzara la emergencia sanitaria que se ha vivido por ya casi dos años. Debido a las medidas de protección, se vieron obligados a posponer la fecha de la ceremonia tres veces.
Además, la familia de Alexa vive en Canadá, por lo que la pareja intentó encontrar una fecha en la que ellos pudieran asistir. Desafortunadamente, esto no fue posible. Sin embargo, esto permitió que celebraran una boda muy pequeña, lo que, de entrada, hizo que los gastos disminuyeran de manera importante.
Muchas cosas fueron gratis
Debido a que la boda se convirtió en un evento mucho más íntimo, determinaron que no planeaban gastar más de 1500 dólares en total. De esta manea Alexa pudo ahorrarse un gran gasto en el vestido, ya que tuvo la suerte de encontrar uno perfecto para ella en Facebook, que solo le costó 25 dólares, y el velo se lo prestó una de sus amigas cercanas.
Además, resultaron ser muy afortunados, ya que a través de un giveaway de Instagram, se ganaron una sesión de fotos gratuita, junto con las flores y el maquillaje de Alexa. Pero eso no es todo, pues una de sus amigas la peinó y, obviamente, no le cobró. Todo esto permitió que el presupuesto bajara a solo 1000 dólares.
Su boda fue hermosa y barata
Como escenario para su unión, eligieron la pintoresca iglesia Jarrahdale y solo tuvieron cinco invitados. Además, para su luna de miel, rentaron una caravana, se llevaron a sus dos perros, Honey y Mu, y se fueron una semana a la ciudad costera Esperance, conocida por sus magníficos paisajes.
Queríamos gastar lo menos que pudiéramos, ya que nuestra boda se pospuso tantas veces. A mi esposo y a mí no nos gusta qué desechables son las cosas que se compran para las bodas y queremos tener una fiesta pequeña cuando mi familia pueda venir de Canadá, así que no podíamos gastar mucho en esta boda.