Muchas personas hacen propósitos para empezar el año y honestamente hay pocos que logran cumplirlas. Afortunadamente los que tienen fuerza de voluntad y logran llevarlas a cabo merecen un gran reconocimiento. Lexi Reed es una de ellas, a principios del año pesaba 219 kilos y su esposo Danny inclinaba la balanza con un peso de 100 kilos. Su propósito para el 2017 fue ponerse en forma para tener una vida saludable y más feliz.
Lexi y Danny no tenían un entrenador personal, ni se sometieron a una cirugía de pérdida de peso, tampoco tenían un plan de alimentación, solo se tenían uno al otro y una motivación que los hizo trabajar duro todos los días. Ahora, a unos días de que termine el año, la pareja ha perdido casi 200 kilos entre ambos y su historia es inspiradora.