Kathy y Brandon Gunn de Michigan, Estados Unidos, se encontraban bebiendo vino una tarde cualquiera, mientras platicaban sobre qué sería el regalo más adecuado para llevar a una boda a la que habían sido invitados.
Mientras hacían un recuento de cuáles de los regalos que recibieron en su enlace les gustaron más, recordaron que había un regalo que permanecía intacto desde entonces, por raro que pueda parecer.
En la envoltura tenía la instrucción sobre cuándo debía abrirse
La caja blanca era un regalo de Alison, la tía de Kathy. En la parte exterior del regalo decía “No abrir hasta la primera discusión”.
Aunque no fue exactamente así
Porque en 9 años tuvieron peleas, discusiones y puertas golpeadas; incluso en un par de ocasiones pensaron en darse por vencidos, pero eso no sucedió. Y la caja permaneció cerrada.
Sabían que sería algo especial
La tía Alison había vivido casi 50 años con su marido, hasta que enviudó, así que era seguro que el regalo tendría un gran significado, por lo que durante todo ese tiempo se resistieron a abrirlo. Estaban decididos a hacer que su matrimonio funcionara, y antes de recurrir a abrir la caja, preferían solucionar cualquier problema. Esa misma tarde, mientras disfrutaban una copa de vino, la abrieron. Encontraron dinero, unas copas, productos para ducha en el interior y dos sobres con un par de notas escritas a mano.
Para Kathy
“Kathy, compra pizza, camarones o algo que les guste a ambos. Con amor, tía Alison. Prepara la bañera”.
Para Brandon
“Brandon, compra flores y una botella de vino. Con amor, tía Alison”.
Lo más valioso de ese regalo fue su significado
“Durante 9 años y tres mudanzas, esa caja permaneció en varios closet acumulando polvo, y de alguna manera nos enseñó algo sobre tolerancia, entendimiento, compromiso y paciencia. Nuestro matrimonio se fortaleció mientras nos convertimos en mejores amigos, amantes y compañeros.
Hoy decidimos abrir la caja y nos dimos cuenta de algo: las herramientas para crear y mantener un matrimonio fuerte y sano nunca podrían estar en una caja; el secreto no se encuentra en un sobre, sino en nosotros”.