Para la maestra Kelli Cameron, dar clases es una de las cosas más importantes en su vida y sus alumnos son como su segunda familia. Por eso cuando se comprometió, en vez de pedir regalos de boda para ella y su marido Matt, pidió a los invitados llevar mochilas llenas de útiles escolares.
La escuela B.T. Washington Elementary School, en la que trabaja Kelli, tiene altos índices de estudiantes pobres y es habitual que los maestros pongan de su propio dinero para ayudar, aunque sea un poco, a los niños.
Ayudar es el mejor regalo
En cuanto se comprometieron, la futura esposa comenzó a planear la celebración y se dio cuenta de que ni ella ni su prometido se sentían a gusto con la idea de recibir regalos para ellos pues todo lo que necesitaban para su casa eran cosas que podían costearse.
Por lo que sintieron que sería más gratificante apoyar a quienes menos tienen. En sus invitaciones a la ceremonia animaron a sus amigos y familiares a donar útiles escolares.
Recibieron más de lo que pidieron
Para su sorpresa, recibieron 70 mochilas que no solamente contenían útiles como libretas, tijeras, crayolas, colores, plumas, uniformes y zapatos, sino que recibieron cosas extra que no estaban en la lista como botellas de agua, artículos de limpieza, ropa interior, cinturones, etc.
Incluso, quienes no conocen a la pareja pero vieron la noticia en medios de comunicación enviaron sus paquetes para que más pequeños reciban regalos.
Como maestra conozco a niños que van sin nada a clases… Y después los ves emocionados por cosas tan sencillas como una nueva mochila o nuevos zapatos. Es muy importante que empiecen la escuela emocionados.