Dexter y Carolyn Johnson (Dex y Carrie) se conocieron hace 40 años en un bar llamado Lower Level. Dex recuerda que ella estaba sentada con sus primos. “La vi y me le acerqué para preguntarle: ¿quieres bailar?” En los setentas, BOOGIE —por boogie woogie— era la forma en que se invitaba a bailar. Carrie dijo que sí, impulsada por sus primos. Después de conquistar la pista, se casaron en 1975. Cuarenta años más tarde, la pareja recuerda ese día y recrean, con sus mismos atuendos, las fotos que se tomaron tras la boda.
“Había sido nuestro aniversario el día anterior y nos íbamos a Las Vegas para renovar nuestros votos” —dijo Dexter—. “Los dos estábamos bromeando y se nos ocurrió la idea de tratar de recrear las fotos que nos tomamos hace décadas. Yo saqué mi motocicleta y empecé a hacer algunas fotografías, mientras nuestros vecinos se preguntaban: ¿Qué hacen esos dos, tan arreglados?”
Para Dexter, arreglarse fue básicamente ponerse la misma chaqueta que le hizo su esposa en 1975. Carolyn cosió la prenda ella misma, y la terminó el día anterior a que caminaran por el pasillo de la iglesia. Ella también hizo su vestido de novia, el cual usó en las fotos. Lo único que no existía ya era la corbata blanca de Dex, pues se la prestó su padrino, ni la liga de Carrie que se ve en la foto antigua, la cual se extravió en algún momento durante los 40 años.
“Todavía seguimos muy enamorados”, asegura Dex. Cuando le preguntaron cuál era el secreto para un matrimonio duradero, dijo que ellos siempre habían vivido “un día a la vez” y que siempre se daban un beso de buenas noches y se decían: “Te amo, cariño”.