Lucy tiene apenas 11 años y a su corta edad ha puesto su granito de arena para ayudar a las personas que más lo necesitan. A los tres años aprendió a coser y poco a poco ganó práctica en el área; tiempo después quiso que su pasatiempo favorito tuviera una intención, así que empezó a confeccionar mantitas para obsequiar a niños con cáncer, autismo y otras enfermedades.
Por medio de su cuenta de Instagram es como ha dado a conocer su trabajo y, como era esperarse, la gente se siente muy orgullosa de ella.
Su propósito es enternecedor
Me emociona cuando pienso en los niños que reciben el paquete por correo y lo abren. Siempre espero que sepan que alguien se preocupa por ellos. Se siente bien saber que estoy ayudando a todos estos niños a sentirse amados.
—Lucy, a Good Morning America
Cambió momentáneamente las mantas
Su madre le ayuda en esta hermosa tarea y han fabricado juntas 500 mantas que se han enviado a 14 países; todos los paquetes incluyen una notita con un lindo mensaje. Cuando la pandemia de Covid-19 llegó, empezaron a confeccionar cubrebocas. A la fecha han hecho 1,100 piezas que hicieron llegar a profesionales de la salud.
Un merecido reconocimiento
Gracias a su servicio a la comunidad, Lucy, originaria de Tennessee, Estados Unidos, recibió un premio de manos del presidente Donald Trump.
¡Bravo, Lucy, nos inspiras!