Dicen que ‘en la vida con nada llegamos y nada nos vamos a llevar’. Por eso, durante nuestro paso por la tierra debemos preocuparnos por coleccionar emociones buenas y felicidad; esas son las cosas verdaderamente importantes, las que alegran el alma y nos hacen ser tan humanos.
Debemos aprender a vivir como se debe, sin preocupaciones; a dar sin esperar nada a cambio; a poner un granito de arena para que el mundo sea un lugar mejor, no para que nos lo reconozcan, sino por satisfacción propia.
El mundo necesita más personas como él y nosotros podemos ser esas personas, solo debemos aprender a despojarnos de lo material y empezar a preocuparnos por el prójimo.