Despertar todos los días al lado del amor de tu vida puede ser reconfortante, pero desgraciadamente es algo que no se puede dar para siempre. Janet y Winston Howes estaban felizmente casados, tenían un hijo al que amaban y una adorable casa, parecía que todo era perfecto, pero cuando Janet tenía 50 años falleció de un paro cardiaco. La terrible tragedia dejó a Winston con una gran depresión y sin fuerzas para poder continuar sin su esposa.
Durante un tiempo, él y su hijo lucharon por seguir adelante, pero no encontraban la manera; sin embargo, unos meses después Winston sintió que podía hallar la forma de hacer que la memoria de su esposa siguiera viva, así que decidió plantar cientos de árboles que formaran un corazón.
El corazón de Janet en la tierra
Ambos sabían que necesitaban una forma que pudiera verse desde el cielo, por eso eligieron un corazón. Esperaban que Janet pudiera “ver” cuánto la seguían amando.
“Pensé que era una gran idea, fue un destello de inspiración, planté miles de árboles de roble. Una vez que se completó, nos sentamos en la colina cerca de donde vivimos para poder verlo. También plantamos robles alrededor del borde y narcisos en el medio, eran las flores favoritas de Janet”.
Un acto de amor para toda la eternidad
El corazón mide aproximadamente cuatro mil metros y apunta al hogar de infancia de Janet. Durante años fue un lugar que se mantuvo oculto, hasta que un globo aerostático dirigido por Andy Collett voló sobre la granja de Howes y notó la extraña forma. Durante una entrevista para el Daily Telegraph, Collet dijo:
Es un corazón perfecto escondido de la vista, pero cuando lo ves puedes imaginar que esconde una gran historia de amor.