Este 20 de junio, Dmitry Muratov, cofundador y editor en jefe del periódico ruso independiente Novaya Gazeta, subastó su medalla de oro del Premio Nobel de la Paz por la cifra récord de 103.5 millones de dólares, que serán destinados como apoyo a los niños desplazados por la guerra en Ucrania.
Todas las ganancias de la subasta, que coincidió con el Día Mundial del Refugiado, beneficiarán la respuesta humanitaria del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) para los millones de niños refugiados ucranianos.
Muratov, de 60 años, recibió el prestigiado galardón por su labor periodística en 2021, junto con la periodista filipina María Ressa, en reconocimiento a “sus esfuerzos para salvaguardar la libertad de expresión, fundamental para la democracia y la paz duraderas”.
Sin embargo, el Novaya Gazeta, uno de los periódicos independientes más importantes de Rusia, crítico del presidente Vladímir Putin y su gobierno, anunció su cierre en marzo de este año, después de casi 30 años de operaciones, luego de las advertencias del Kremlin por su cobertura de la guerra en Ucrania.
En una entrevista concedida a The New York Times, Muratov declaró que se inspiró en el físico danés Niels Bohr, quien vendió su medalla para ayudar a los civiles en Finlandia tras la invasión soviética en 1939.
Previo a la subasta de la medalla Nobel de oro de 23 quilates, organizada por Heritage Auctions, en el Times Center de Nueva York, Joshua Benesh, director de estrategia de la empresa, dijo que lo importante no era al valor del premio, sino lo que su venta representa:
No creo que el premio importe. Creo que es una metáfora, es un símbolo de algo. Es la oportunidad de ponerse de pie y decir: ‘Esta es una causa que tiene significado y es un problema que una donación puede comenzar a solucionar’.
Originalmente, la oferta más alta fue de 550 mil dólares, a partir de ahí, las ofertas incrementaron de 16.6 a 103.5 millones de dólares, superando todo pronóstico. Se cree que el comprador, que permanece sin identificar, es extranjero, ya que la venta se traduce en 100 millones de francos suizos.
Muratov dijo que se siente feliz de que la oferta final superara sus expectativas y espera que la venta de su Premio Nobel motive a otros a donar para ayudar a los desplazados por el conflicto bélico en curso:
Esperaba una enorme cantidad de solidaridad, pero no una tan grande. El mensaje más importante es que la gente entienda que hay una guerra y que necesitamos ayudar a las personas que más sufren. [Esto] Tiene que convertirse en el comienzo de un ‘flashmob’ o en un ejemplo a seguir, para que la gente subaste sus valiosas posesiones para ayudar a los refugiados ucranianos.
La venta rompió el récord de cualquier Premio Nobel que se haya subastado en la historia. El acuerdo anterior más alto ocurrió en 2014, cuando James Watson subastó en 4.76 millones de dólares su premio de 1962, por descubrir conjuntamente la estructura molecular del ADN.
No puedo creerlo, estoy asombrado. Sabíamos que hubo una gran oleada de interés en los últimos días por parte de personas que se sintieron conmovidas por la historia de Dimitry, por su acto de generosidad que la audiencia mundial escuchó esta noche.
– Joshua Benesh, para ‘The New York Times’