Esta es la historia de una princesa que desciende de un linaje ancestral, heredera de uno de los imperios más poderosos del planeta, y que decidió renunciar a todo y seguir su camino al lado del amor de su vida. Ella está dispuesta a convertirse en una plebeya y dejar atrás su título, todo por amor.
No es un cuento de hadas, la princesa Mako de Japón tiene 25 años, es la nieta mayor del emperador Akihito y ha decidido casarse con Kei Komuro, su compañero de clase, a quien conoció cuando ambos estudiaban en la Universidad Cristiana Internacional en Tokio. De hecho, Mako fue la primera integrante de la Familia Imperial en acudir a una universidad.
Una princesa fuera de lo común
El prometido de la princesa trabaja en un estudio de abogados y se conocen pocos detalles de su vida: se sabe que tuvo una infancia difícil tras la muerte de su padre, fue criado por su madre y su abuelo, actualmente radica en la localidad de Yokohama y al igual que la princesa, toca el violín y disfruta de la buena cocina.
Sin embargo, para que el sueño se haga realidad, la princesa debe renunciar a su corona; la razón es que Kei es plebeyo y la ley japonesa, que rige a la realeza, exige que los integrantes de la casa real imperial abandonen su título si desean casarse con un simple mortal. Esta ley sólo aplica a las mujeres, los hombres pueden casarse con plebeyas, como lo hizo el príncipe heredero Naruhito. Mako no dudó ni un segundo en dejar la corona y comprometerse con el hombre que ella eligió.
Ella sabe lo que quiere
De acuerdo a los protocolos imperiales, establecidos en 1947, las mujeres no pueden aspirar al trono del Crisantemo y pierden su estatus al contraer matrimonio con un común. La tradición dicta que la princesa debe recibir una indemnización, cuyo monto es determinado por el estado, por la pérdida de su título y una vez que sea una ciudadana común, deberá pagar impuestos.
Mako es la hija mayor del príncipe Akishino, segundo hijo del emperador y segundo en la línea de sucesión al trono, después del príncipe Naruhito.
Esta situación preocupa a la familia
Esta no es la primera vez que ocurre una situación similar, ya que la princesa Sayako, tía de Mako y única hija del emperador Akihito, renunció a su título para casarse con un plebeyo en el 2005.
La familia imperial se reduce
Esta circunstancia tiene preocupado al pueblo japones, debido a que la familia imperial es cada vez más pequeña. De 19 miembros, 14 son mujeres, y el título de emperador solo puede ser heredado por tres hombres de esta dinastía: el príncipe Naruhito, el príncipe Akishino y el príncipe Hisahito, de tan sólo 10 años.