En el mundo existen personas que tienen muy poca tolerancia frente a situaciones comunes, una de ellas es viajar con niños. Kesha Bernard, una mujer que viajaba de Seattle a Denver, fue testigo de una situación así. Ella vio que una madre volaba junto a sus tres hijos y se esforzaba porque todos estuvieran tranquilos, pero el llanto del más pequeño y las rabietas de la niña de tres años no ayudaban mucho.
Para empeorarlo el despegue se retrasó, eso hacía que el avión estuviera lleno de pasajeros molestos y con muy poca paciencia para soportar a tres niños inquietos. Kesha no pudo resistir ver a la pobre mujer sufrir, sobre todo después de que otra pasajera se portara grosera con ella. Así que se levantó e hizo algo diferente al resto: ayudó a la mujer. Después del incidente, Kesha compartió la historia en su página de Facebook, y de inmediato se volvió un hecho viral, ahora tiene más de 20 mil likes y cerca de 10 mil personas compartieron su historia. Esta chica ha restaurado nuestra fe en la humanidad y merece un premio a la mujer del año.
Kesha Bernard se merece un premio a la mujer del año
Kesha es fotógrafa, y también es madre de dos niños de tres y cuatro años, así que sabe que a veces los niños son difíciles. Hace algunos días tomó unas vacaciones sin sus hijos, porque tenemos que aceptarlo, también las mamás necesitan vacaciones.
Me senté en el lugar de en medio en un avión, probablemente el peor asiento posible. El avión está lleno y un bebé comienza a llorar, obviamente estoy acostumbrada a escuchar llantos y quejas, así que me desconecto de inmediato. Pero el resto de las personas a mi alrededor se quejan y murmuran. Entonces escucho de nuevo el llanto de dos niños, la mujer que está con ellos tiene una discusión con la niña, que está haciendo una rabieta por el cinturón, mientras sostiene al bebé en brazos. Puedo ignorar los llantos, no es nada nuevo para mí. PERO NO PUEDO IGNORAR ESTO: personas que se quejan de una madre que está sola con sus hijos.
Las personas se quejaban, pero ella actuó
Mientras que el resto de los pasajeros y la azafata estaban ahí solo ignorando a la madre y emitiendo constantes quejas sobre el método de crianza de la mujer, la molestia de Kesha aumentaba, especialmente cuando vio que una desconocida trató de reprimir a la pequeña.
Este avión está lleno y llevo 15 minutos esperando que alguien que esté más cerca de la mujer le ofrezca su ayuda. Porque se supone que estoy rodeada de adultos que se preocupan, ¿verdad? Pues aparentemente no. Al final me giro y veo a la gente murmurando y mirando a la madre. Había una mujer mayor con las manos en los oídos y poniéndole caras feas a la madre.
Kesha tomó al bebé, lo tranquilizó y el drama terminó
Soy un humano decente, no puedo dejarla sola. Me levanto, voy unas cuantas filas atrás y le pregunto si necesita ayuda y ella inmediatamente me entrega a su bebé. Así que ya saben, me llevé al bebé y me senté para el despegue… Y dejó de llorar. Es un milagro. Y aquí estoy sentada con un bebé precioso que se está quedando dormido.
Su historia es una gran lección de tolerancia y compasión
Sean amables y considerados, si alguien necesita ayuda, por Dios, ayuden. Quejarse y murmurar contra quien necesita ayuda solo sirve para que se sienta peor. Cómo se puede ignorar a un humano con problemas, es que no lo entiendo. Por favor, sean amables. Por favor, sean considerados. Debemos ayudarnos unos a los otros, eso hace todo más sencillo. Les prometo que no los matará.
Los usuarios de Facebook la felicitaron por su gran acción
Porque todas las madres que han vivido una situación similar, saben que a veces un poco de ayuda no viene nada mal.
Y unos cuantos creen que los niños no deberían de viajar
Pero entonces tenemos unas pequeñas dudas: ¿en dónde deben viajar los niños? ¿En el maletero? Si un niño se siente atemorizado, ¿no puede llorar? ¿Qué se supone que debemos hacer con los niños? No todos los niños son mal educados, existen ocasiones en las que se sienten tan aterrados o frustrados que deben expresar su sentimiento de alguna manera. Un poco de tolerancia no nos hace daño.
Pero para el resto, ella restauró la fe en la humanidad
Su mensaje es simple, debemos ayudarnos, porque al final del día quejarnos no servirá de nada.