Solemos quejarnos cuando se nos cierran las puertas en el trabajo y no valoran lo que somos o no nos dan la oportunidad de mostrar lo que podemos hacer. ¿Te imaginas lo que tienen que pasar las personas con alguna discapacidad porque los posibles empleadores no ven más allá?
Así le pasó a Collette Divitto, una joven de 26 años de edad que vive en Boston, Estados Unidos, y tiene síndrome de Down, a quien el rechazo empujó a tener un negocio propio… Y todo cambió para ella.
Era buena, pero no encajaba en el equipo
Desde pequeña supo que su pasión y talento era la repostería y en la preparatoria tomó algunos cursos que la hicieron tener en claro lo que quería hacer. Cuando cumplió 22 años buscó trabajo, pero todos los que la entrevistaban coincidían en que era muy buena, pero no encajaba en sus equipos.
Lastimada y rechazada, decidió que debía ser fuerte y perseguir sus sueños. Así, con ayuda de su madre y su hermana, abrió Collettey’s, una tienda de galletas en la que la estrella, aparte de Collette, es la Amazing Cookie, una galleta suave con chispas de chocolate semiamargo, azúcar y canela que comenzó a vender a un supermercado del barrio, el Golden Goose Market, al que le proveía 100 galletas por semana.
De 100 a la semana… a cientos por día
La fama de sus galletas y de su talento llegó a oídos de varios medios de comunicación, entre ellos CBS Boston, que le hizo una entrevista con tanto éxito que los pedidos crecieron y el Golden Goose se quedaba sin galletas cada día, por lo que le prestó su cocina industrial para que cada noche pudiera hornear cientos de galletas. Collette también rentó un espacio en una cocina industrial para poder producir pedidos de 11 mil o 14 mil galletas en tres días.
La joven emprendedora ha aparecido en programas como CBS Evening News y Good Morning America; la han entrevistado para las revistas Self e In Touch y para sitios de Internet como PopSugar. Personas de todo el mundo le han escrito para hacerle pedidos, y celebridades como Sharon Stone se han contactado con ella; incluso, sus galletas fueron incluidas en las bolsas de regalo que les dieron a las celebridades en la ceremonia del Oscar de este año.
¿Qué sigue?
Recientemente, Collette recibió dos premios: el primero fue de 10 mil dólares que le otorgó HeartTank, una iniciativa en la que jóvenes emprendedores reciben recursos para iniciar o mejorar sus negocios; y el segundo fue el Ad Club ADmiration Award, un premio anual que el Ad Club de Boston entrega a la mujer que sea inspiración para la comunidad y sea también un ejemplo de perseverancia, liderazgo y pasión.
La fama que ha alcanzado le ha permitido a Collette postularse para recibir donativos a través de una fondeadora y así poder tener un local propio y más amplio en el que pueda contratar personas con discapacidad, y, por qué no, pensar en un crecimiento a futuro en donde le permita tener otros locales en Estados Unidos en los que también se empleé a personas con discapacidad.
No cabe duda que hay personas extraordinarias en este mundo y su talento no debe ser puesto en duda solo por tener algún tipo de discapacidad.