Toda prometida tiene la ilusión de presumir su anillo de compromiso. Cuando la familia del novio pide la mano de la novia es uno de los momentos más importantes en la vida de muchas mujer, y una de las dudas que surgen antes del gran día es: ¿cuánto debe costar un anillo de compromiso? En países como México o España, es común que el novio gaste el equivalente hasta tres meses de sueldo en esta joya.
Por otra parte, ¿es realmente importante el costo? Algunas podríamos pensar que no, pero otras dirán que existe una presión social por tener un anillo valioso y de buena calidad. En realidad, nada se compara con el valor del amor verdadero, como lo muestra la bella historia de Ariel Desiree McRae y Quinn McRae, quienes se conocieron cuando tenían 20 años. Esta linda carta de amor se volvió viral después de que Ariel la compartiera en su cuenta de Facebook, y demuestra que ningún objeto está por encima del amor.
“Me enamoré en la primera cita. Si me hubiera pedido que me casara con él esa primera vez, probablemente hubiera dicho que sí. Nunca he sido tan feliz en mi vida y no puedo imaginar mi vida sin él. No tenemos mucho, ninguno de los dos. Ahorramos para pagar nuestra cuentas y para comer, pero después de casi 2 años de noviazgo, decidimos que no podíamos esperar más.
“Yo ni siquiera estaba pensando en ningún anillo, solo quería casarme con mi mejor amigo. Ahorró dinero suficiente para comprarme dos anillos de Pandora, uno de plata y otro de CZ (circonio), para ser exactos. Así luce mi dedo anular, y yo estoy enamorada de ellos.
“Mientras estábamos comprando mis anillos, otra mujer que trabajaba en la joyería vino a ayudar a la dependienta que nos atendía. Dijo: ‘¿puedes creer que algún hombre entregue esto como anillo de compromiso? ¡Qué patético!’. Cuando ella dijo eso, vi a mi marido abatirse.
“Realmente se estaba sintiendo fatal, porque no podía comprar ese anillo al que di like en mi página de Pinterest. Él se sentía como un fracasado, preguntándome una y otra vez si estaba segura de que me gustaba ese modelo. Noté que estaba muy enfadado con la idea de no hacerme feliz, de que si no quería casarme con él porque mi anillo no costaba lo suficiente, o no era tan brillante como debiera ser.
“No es el anillo lo que importa, sino el amor que hace que vayamos a comprarlo. Así que lo compramos, y nos fuimos. De igual manera me hubiera casado con este hombre si me hubiera regalado un anillo sacado de una máquina con pelotas o gomas de mascar de 25 centavos.
“¿Cuándo nuestro país cayó en la idea de pensar que la única manera que tiene un hombre de poder amar a una mujer es gastarse más de 3 mil dólares en joyería y hacer público su afecto con un anillo llamativo? Seguro que es agradable y el sentimiento debe ser hermoso, no estoy tratando de minimizar ninguna experiencias pero, ¿por qué las posesiones materiales equivalen al amor que recibes?
“Mi marido tenía miedo de que no le quisiera más porque no podía comprar una joya costosa. Estaba temeroso de que mi amor por él se esfumara porque no podía pagar la joya que yo quería. El mundo se ha hecho de esta manera y es realmente muy triste. Pero aquí estoy, con mi anillo de 130 dólares, casada y con el amor de mi vida al lado, más feliz lo que nunca pude imaginar”.