Cada vez se ha vuelto más frecuente saber de familias reconstruidas, es decir, en las que al menos uno de los dos miembros de la pareja tiene hijos de una relación anterior y aunque ello pueda representar todo un reto, ya que este tipo de relaciones son vulnerables a los celos, ya sea por parte de los hijos o la pareja, hay historias que nos demuestran que cuando el amor es verdadero, no existen obstáculos para formar una familia unida y feliz.
Tal es el caso de Madelyn Houser Webb, una madre soltera que hace 14 años se enteró de que estaba embarazada. Ese fue el día en el que inesperadamente pasó de ser jugadora de baloncesto y estudiante universitaria de segundo semestre a futura madre adolescente.
Confundida y atemorizada por la nueva sorpresa, recurrió a sus padres, quienes, aunque decepcionados, no dudaron ni un segundo en apoyarla. Ellos decidieron que lo mejor sería que se mudara de la universidad a su casa, en donde le construyeron un departamento en el sótano mientras sus tres hermanas menores también vivían en la casa.
Aunque el apoyo de sus padres y particularmente el de su madre fue incondicional, Madelyn se sentía sola, pues no se identificaba con nadie, no tenía con quien hablar sobre el tema o alguien que pudiera entenderla, ya que todos sus amigos seguían estudiando o trabajando, pero ninguno de ellos compartía la situación en la que ella se encontraba.
A las veinte semanas descubrió que sería la madre de un niño. Su parto se retrasó dos semanas, por lo que su médico decidió inducirla y practicarle una cesárea. Su madre estuvo con ella durante las 26 horas de labor de parto. Madelyn llamó a su bebé Jaden e inmediatamente sus abuelos se convirtieron en segundos padres para él.
Mientras la joven madre trabajaba, sus padres se hacían cargo de Jaden. Sin embargo, una vez que el pequeño cumplió cinco años, Madelyn tomo la decisión de independizarse, mudándose cerca de la casa de sus padres.
Aunque salió con algunas personas mientras asistía a la universidad y trabajaba, realmente nunca sostuvo nada serio con ninguna pareja. Tiempo después consiguió un trabajo en un club campestre, lo que la llevó a mudarse con su pequeño aún más lejos de sus padres y aunque en un inicio les resultó difícil acostumbrarse a estar lejos de la familia, pronto lograron adaptarse. Se sentía orgullosa de sí misma, pero también como si algo le faltara. Era un sentimiento casi desesperado de que nunca encontraría a alguien que la amara a ella y a su hijo.
Aun así, las cosas cambiaron para ella a raíz de su nueva vida, pues logró mayor confianza en sí misma, lo que la ayudó a encontrar un nuevo empleo como vendedora de automóviles, algo que le generaría mejores ingresos, necesarios para la manutención de su pequeño, pero su trabajo era tan demandante que en ocasiones tenía que llevarlo con ella.
Después de un tiempo, un nuevo integrante llamado Alex ingresó a su trabajo y podría decirse que se trató de amor a primera vista incluso cuando Madelyn reconoce que él no era su tipo, pero fue su sonrisa la que la cautivó por completo.
Aunque en un inicio la relación entre ambos era completamente laboral, hubo una ocasión en la que Madelyn tenía qué atender a un cliente después del cierre de la agencia. Sin embargo, Jaden se encontraba con ella, por lo que Alex se acercó con una pelota y le pidió al pequeño que jugaran afuera.
De regreso a casa, Madelyn no podía dejar de pensar en lo agradable que había sido que Alex se quedara hasta tarde para ayudarla y en lo feliz que se veía Jaden jugando con él. Aunque también sintió un poco de tristeza, pues deseaba poder darle este tipo de momentos a su hijo de manera constante.
Semanas después, Alex se acercó cada vez más a Madelyn, ambos comenzaron a conversar en el trabajo e intercambiaban mensajes de texto, hasta que Alex la invitó a salir, fue ahí cuando Madelyn se dio cuenta de lo enamorada que estaba de él.
Transcurrieron los meses y comenzaron a salir con mayor frecuencia. En un inicio decidió que lo mejor era ocultarle la relación a Jaden porque no estaba segura del rumbo que tomaría la relación, por lo que no quería que se ilusionara y así evitaría lastimarlo. Pero conforme el tiempo pasaba, la relación se tornó cada vez más seria, lo que los llevó a tomar la decisión de hablar con el pequeño.
Preocupada por cómo tomaría las cosas y si Alex realmente podría lidiar con la situación, finalmente llegó la fecha y se dio cuenta de que todas sus preocupaciones habían sido completamente en vano. Un mes después, Alex le pidió a Madelyn que fuera su novia y le expresó lo enamorado que estaba de ella.
Una gran relación también se desarrolló con Jaden, se volvieron más cercanos, compartían los mismos intereses como los deportes, los videojuegos y las películas de Marvel. Alex realmente hizo un gran esfuerzo para fortalecer el vínculo entre ellos.
Después de algunos meses, el contrato de arrendamiento de Madelyn estaba por vencer y, por su parte, Alex se encontraba buscando un lugar nuevo donde vivir, por lo que ambos decidieron dar el gran paso de buscar una casa donde pudieran vivir los tres.
Se trataba de un cambio bastante drástico para la nueva familia, así que optaron por buscar a una consejera familiar para que los guiara en la transición, la cual fue de gran ayuda. Durante los siguientes dos años, se adaptaron al nuevo ritmo de la rutina de la familia de tres.
En el verano del 2018, mientras se preparaban para ir de vacaciones, Alex y Jaden se escaparon para comprar un anillo de compromiso para Madelyn, ambos planearon la sorpresa frente al resto de la familia a la orilla del mar.
Acordaron la fecha de la boda y Alex le pidió a Jaden que fuera su padrino de honor, algo que sin duda llenó de felicidad a Madelyn, pues su sueño siempre había sido que alguien quisiera a su hijo tanto como ella lo hacía. Después de la boda decidieron emprender un viaje familiar, por lo que aquello que sería su luna de miel pasó a ser su familymoon.
El día que regresaron del viaje, Madelyn descubrió que estaba embarazada. Sorprendió a Alex con la noticia, estaba tan emocionado que cuando lo supo inmediatamente comenzó a idear una forma divertida de contráleselo a Jaden. El día de su cumpleaños decidieron regalarle una playera que decía “notorio hermano mayor”.
Llegado el momento más esperado por los futuros padres, Alex no se separó de Madelyn ni un solo momento, hizo todo lo que estuvo en sus manos para tranquilizarla. La mejor parte fue cuando finalmente llegaron a casa del hospital y ver a Jaden cargar por primera vez a Callum, su nuevo hermanito.
Es así como Madelyn espera que su historia lleve esperanza a cualquier padre soltero que sienta que encontrar el amor está fuera de su alcance, que está bien buscar ayuda cuando se trata de situaciones desconocidas, que la persona adecuada aparecerá en formas que ni siquiera podemos imaginar y que si tienes un hijo, la persona correcta lo amará tanto como se merece.