El amor no tiene nada qué ver con dinero, y cualquier lugar es oportuno para pequeñas y grandes muestras de cariño; por ejemplo un Kentucky Fried Chicken.
Hector Mkansi y Nonhlanhla Soldaat, una enamorada pareja de Sudáfrica, se comprometieron en el restaurante de comida rápida, pero una mujer en Twitter trató de opacar el feliz momento al burlarse de ellos por no costear algo más caro y elegante para tal acontecimiento.
El dinero no compra la felicidad ni el amor
Los hombres en Sudáfrica son tan pobres que tienen que comprometerse en KFC. No tienen ni un poco de clase. Es decir, ¿quién se compromete en KFC?
Anele hizo un desafortunado comentario que más tarde los recién comprometidos agradecería con todas sus fuerzas, pues lo que pretendía ser un mensaje de burla y menosprecio, terminó por sacar lo mejor de las personas.
Una bola de nieve que fue creciendo
Mzansi please help us find this beautiful couple, re batla ho ba blesser 😊 DM us any leads, there might be a Finger Lickin' Good surprise in it for you too. Batho ba Vaal re thuseng! We love love 😍❤️ #KFCProposal pic.twitter.com/6bj89dtj4j
— KFC South Africa (@KFCSA) November 7, 2019
Cuando la malintencionada publicación se hizo viral, KFC se propuso encontrar a los enamorados para pagarles la boda de sus sueños, y gracias al poder de las redes sociales esto fue posible.
Pero KFC no fue la única empresa que se tentó el corazón para premiar el amor: McDonald’s les regaló un viaje todo pagado a Ciudad del Cabo, Audi, Lexus y Volkswagen prometieron que los llevarían a su destino, Standard Bank pagó sus deudas, Coca-Cola puso las bebidas de su boda y Huawei les regaló dos celulares.
Además, otros negocios les obsequiaron anillos, pastel de bodas, sesiones de spa, cortes de cabello, maquillaje, entretenimiento, mesas de dulces, servicio de fotografía, decoración del salón de fiesta, remodelación de su hogar, becas para cuando tengan hijos, dinero en efectivo… ¡El apoyo fue abrumador!
El amor surge de las cosas simples
Hay ocasiones en que las redes sociales juegan en contra de las personas pues distorsionan la realidad y nos hacen creer que todo debe ser “perfecto”; que debemos tener vacaciones dignas de una fotografía de Instagram, comidas lujosas, ropa a la moda… y nos olvidamos que la vida no se experimenta a través de un filtro.
Pero en esta ocasión que empezó como una cruel manera de humillar, se convirtió en una cadena de favores capaz de unir a desconocidos y sacar lo mejor de cada uno.