Un amigo es capaz de hacer hasta lo imposible por ti y viceversa; siempre tendrán momentos que compartir y gustos en común, así como amistades que les caerán bien a los dos o simplemente no tragarán.
Si alguien se convierte en tu enemigo, lo es tuyo y de tu compinche, ambos deberán odiar a esa persona. Lamentablemente existen las personas falsas que solo están contigo por interés o conveniencia.
Envidia
Cuando una persona muy cercana a ti no se alegra o disfruta de tus logros, ¡cuidado!, es alguien que quiere verte bien pero no mejor que ella. La envidia es un sentimiento muy común en el ser humano; la idea de ver realizar sus sueños a alguien más, en algunos casos, disminuye la motivación propia y comienza el recelo hacia la persona que lo logra.
Entre amigos es usual compartir ideas e “influir” al otro para que haga o no haga tal cosa; tal vez inconscientemente se esconda la envidia, pero estará ahí, mientras no la descubras creerás que es un acto de apoyo hacia ti. Este hecho demuestra que, proviniendo de un amigo, es el más tóxico.
Alguien se alegra por mí
Cuando alguien tiene un logro nuevo, las personas que lo rodean analizarán si son beneficiadas o no y, con base en ello, actuarán para bien o para mal. Si nos pasa algo, antes de escuchar los comentarios positivos o negativos de un “amigo”, debemos comprender qué es lo que dice y si está manipulando a su conveniencia.
Es triste pero es verdad que existen personas que se la pasan comparando su vida con las de los demás, y a cuenta de ello se mueven: se sienten superiores, son los más cínicos, tratan de poner contratiempos a tus metas. No es de sorprender que un día se queden solos.
No importa la vida ajena
Si enfocaran toda esa energía en enamorarse, quererse a sí mismos o crecer como personas, por supuesto tendrían una mejor calidad de vida y las cosas resultarían a su favor naturalmente, sin necesidad de opacar a los demás. “La envidia de un amigo es peor que el odio de un enemigo”.