La crisis migratoria que se vive en Europa es cada vez más grande y está provocando grandes cambios en los corazones, vidas y decisiones de las personas. Prueba de esto es Holly Panalver, una egresada de Psicología, quien dejó su trabajo fijo y terminó su matrimonio para ser voluntaria en un centro de refugiados.
Al principio, su familia y amigos cercanos no aprobaban su decisión, le decían que no se dejara mover por los sentimientos, pero ella sabía que hacía lo correcto y estaba tan segura de sí misma que la vida la llevó a encontrar el verdadero amor de su vida. A continuación te contamos su historia.
En 2009, Holly terminó de estudiar Psicología en la Universidad de Loughborough, en Reino Unido. Ahí le surgió la idea de ser voluntaria y ayudar a quienes más lo necesiten sin recibir nada a cambio.
Al principio trató de trabajar en conjunto con otras organizaciones, pero no fue sencillo. Entonces terminó haciendo voluntariado por su propia cuenta. Esto la llevó a ser parte de un voluntariado en Malawi y en 2014 creó su propia organización llamada Indigo Volunteers.
Holly también se casó y obtuvo un trabajo fijo como enfermera. Pero en 2016, la crisis migratoria golpeó a Europa y Holly no estaba dispuesta a quedarse de brazos cruzados. Sintió una fuerte necesidad de ir a Grecia para ayudar con su organización y planeó que solo sería un viaje de cuatro meses.
Cuando fue testigo de todo lo que ocurría, Holly supo que no podía volver a casa y abandonar a esas personas, lo que derivó en una crisis matrimonial que llegó al divorcio. Aquella experiencia fue dura para ella, pero al cabo de un tiempo conoció a Stjin van der Leest, un hombre serbio que también trabajaba como voluntario y que logró conquistar su corazón.
Su amor creció tanto que se mudaron a Serbia y formaron una hermosa familia, demostrando que el verdadero amor está junto a quien te apoya, te hace crecer y admira tal como eres. Holly dice que está muy agradecida con la vida por esta oportunidad y confirma que ahora es más feliz que nunca.