Todos los días nos vemos expuestos a sufrir debido a la delincuencia, pero los que se vuelven más vulnerables son los más pequeños, ya que ellos no cuentan con la voz suficiente como para ser escuchados; pero afortunadamente existen personas que siempre correrán en su auxilio. Como esta joven, que actuó ante una situación que quizá muchos pudieron ignorar, pero ella decidió actuar para salvar a una pequeña de ser robada.
Esta joven llamada Maca Díaz compartió una historia aterradora a través de su cuenta de Facebook, que ha funcionado para alertar a los padres de tener más cuidado de sus hijos pequeños. Todo comenzó cuando Maca estaba esperando el autobús junto a una joven pareja con una niña de aproximadamente 4 o 5 años. Al subir al transporte, Maca notó que la niña no paraba de llorar, algo que en al principio no levantó sospechas en la joven, después de todo los niños tienen a llorar a veces por capricho. Sin embargo, el llanto de la niña no paraba, y al parecer las personas con las que iba no hacían nada por tranquilizarla.
Este llanto incesante fue lo que alertó a Maca, reconoció que algo no andaba bien cuando escuchó a la niña decir: “quiero a mi mamá”, así que decidió hacer algo al respecto. Esto es lo que relató Maca.
“Estimados amigos:
Contaré una experiencia bien fuerte que me tocó vivir este fin de semana, espero que todos tengamos conciencia y que hagamos algo al respecto para evitarlo. No quería publicarlo pero mi gente cercana me convenció de que era lo mejor.
El fin de semana tomé micro en Baquedano a eso de las 15:00 hrs, el recorrido de la 210 en un momento en que el metro estaba con un problema. Por esas cosas de la vida… Tomé esa micro, de ese recorrido.
Se acercaba la micro y junto con ella se acercaban dos personas con una niña de aproximadamente 4 o 5 años que venía llorando. Se suben a la micro… y no me dejaba de impresionar el llanto de la niña. En eso me saco los audífonos y me quedo atenta a la situación.
Era una micro larga y ellos se colocaron en la parte detrás y yo quedé en la parte de en medio. Sigo atenta, estos tipos no tranquilizaban a la niña, al contrario, le hablaban de forma bastante violenta, y sigo escuchando que quería a su mamá esta pobre chiquitita.
En todo momento esta situación me tenía muy angustiada y pensé que si no hacía nada no me lo perdonaría nunca…
Así es señores, esta situación cumplía con todas las características de ser un robo de un niño…
Por impulso me dirigí a hablar con el chofer de micro y le dije: ‘Señor, necesito pedirle que por favor detenga la micro, coloque las luces de emergencia y cierre las puertas’. Y continúo diciéndole: ‘en la parte de atrás hay una mujer peruana y un tipo colombiano con una niña pequeña… Desde que me subí a la micro la niña no deja de llamar a su mamá y cuando yo me subí con ellos en la parada de Baquedano ya venían con un aspecto sospechoso’. A lo que yo pensé dentro de mí, ‘este señor no hará nada y seguirá el recorrido’; y gracias a Dios fue todo lo contrario.
Me responde: “Sí mi niña, por supuesto”.
Detuvo la micro cerca de calle Argomedo. Y en eso cierra las puertas y la gente estaba con cara de extrañada. Llamo a carabineros y me contestan NUEVAMENTE GRACIAS A DIOS y como nunca, de inmediato. Les explico por teléfono todo lo que les menciono en el texto… y mientras me mantenían en línea decían lo típico: ‘cenco, algún móvil cercano a calle Argomedo con Vicuña Mackenna’, y sus códigos raros… El punto es que me indican que hay una patrulla a dos minutos de nuestra ubicación. Me piden pasarle al chofer para darle algunas indicaciones y luego corte el teléfono.
Posteriormente la gente le empieza a preguntar al chofer qué ocurre y que si estaba en pana. A lo que el chofer responde que ‘no, pero que no deben bajar del bus… que continuará el recorrido en unos minutos’.
Pasaron unos segundos más y se acerca carabineros por la parte izquierda de la micro. Yo no quitaba la vista de la situación,
En eso veo que este hombre colombiano, al ver que carabineros llegaron al bus, comienza desesperadamente a tocar el timbre… al ver que el chofer no abría las puertas, comenzó a forcejear la puerta con la mujer peruana… (la niña seguía llorando sin parar, llamando a su mamá). En eso, sin pensarlo, me dirijo a donde este hombre y le digo ‘¿y tú a dónde vas?’, y me dice: ‘es que estamos apurados y la micro no avanza, no te metas’, y le digo ‘¿y esta niña, hijo de puta?! ¿de dónde la sacaste?’. Él me respondió que era su ‘sobrina’. Me acerco a la niña y le pregunto ‘¿este hombre es tu tío?’, y la niña me dice tristemente y llorando muy fuerte ‘Nooooo, ¡quiero a mi mamá!’; a lo que yo le grito: ‘¡Te robaste a la niña, weon de mierda!’.
En eso, instantáneamente, aparecen carabineros por la parte delantera de la micro… Una carabinera toma a la niña y dos carabineros más toman a estos tipos de la micro y los bajan.
Los carabineros les piden sus carnet de identidad o pasaporte, a lo que responden que no tienen. Luego de eso los suben al retén.
La carabinera me felicita por mi actuar, ya que en el retén ubicado de Metro Baquedano, efectivamente, habían recibido la denuncia del robo de una menor, que lo más probable que se tratara de ella.
Les digo a carabineros que lo que yo hice fue solo detención ciudadana, que no quiero participar en el proceso y que por favor encuentren a la mamá de esta niña.
La carabinera me da las gracias nuevamente y se van. Yo continúo el recorrido y una señora me dice: ‘mi niña, te pasaste por tu valentía, le salvaste la vida a esa niña’; y yo respondo: ‘Claro, es super fácil dar las gracias; y por qué nadie de las 10 o 15 personas de esta micro hizo algo? Si no fuera por mí, esta niña mañana quizá quién sabe dónde estaría… Cuando veamos esto hagamos algo; no se queden mirando cómo pasan las cosas’.
No pensé en lo que hacía en su momento. Lo único que sé es que terminé con mucha angustia, rabia y una adrenalina espantosa. Primero que todo soy madre y me muero si a mi hija le pasa algo así.
Los testimonios que aparecen en Internet son reales. Tengamos cuidado con nuestros hijos y tengamos más cuidado y más atención en las calles.
Si ven algo parecido. ¡Observen y actúen!
Gracias por leer mi testimonio”.
Gracias Maca, por alertarnos de todos los peligros que podemos evitar si alzamos la voz.