La contingencia por el Covid-19 ha hecho que cientos de personas se queden sin empleo y que muchas otras se vean en la necesidad de vivir en la calle, y es que no todos somos tan afortunados para tener un techo donde dormir. Sumado a ello, en algunas ocasiones las relaciones familiares no son las mejores y llegan a existir varios problemas.
Así fue el caso de Melina Quispecondori, una mujer y madre de seis hijos, originaria de San Román, Puno, en Perú, quien tras el abandono de su esposo se vio en la necesidad de mudarse a Macusani, aunque no era consciente de todo lo que pasaría ahí.
La situación era muy complicada
Cuando Melina llegó a Macusani tenía la esperanza de encontrar algún empleo con el que pudiera conseguir ingresos para mantener a sus hijos; sin embargo, eso no sucedió ya que la contingencia sanitaria mantenía cerrada la mayoría de los lugares de toda la ciudad.
Además, no tenía un hogar o dinero para pagar la renta de una vivienda, por lo que improvisó una casa con lonas y materiales de plástico que le permitieran proteger a sus pequeños de las lluvias y las inclemencias del clima, pero nada estaba siendo sencillo, pues los pequeños pasaban hambre y ella no sabía como solucionar ese problema.
Sus vecinos se percataron de la situación
Aunque esta mujer había encontrado una forma en la que pudiera cuidar a sus pequeños, la realidad es que ese no era un hogar digno y sus vecinos se comenzaron a percatar de la situación en que vivían, por lo que tomaron la grandiosa decisión de ayudarle.
Todos aportaron su granito de arena
Entre todos pudieron conseguir donaciones de diferentes cosas, como ropa, alimentos, y además le ayudaron a construir un hogar para ella y sus pequeños. Consiguieron materiales de construcción, que fueron donados por el municipio distrital de Macusani y el párroco Rafael Vargas.
Ahora ella y sus hijos tienen un hogar
Así pues, pusieron manos a la obra y construyeron una pequeña casa en la que puedan pasar de manera digna sus días, además de que continúan ayudándola con donaciones, por lo menos hasta que consiga un empleo.
Y es que este tipo de historias nos recuerda que cuando nos unimos podemos lograr grandes cosas, como son brindar comida y casa a los más necesitados.