Internet está repleto de múltiples historias, algunas nos hacen reír, creer y amar, pero también hay otras que nos llevan a reflexionar, como la protagonizada por un frustrado hombre que tiró todos sus algodones de azúcar al no lograr vender ni una pieza en todo el día.
Los hechos ocurrieron en Tamaulipas, México, durante la víspera de Navidad, momento que debería haber sido especial para este hombre y su familia, pero que fue totalmente lo contrario.
La historia fue compartida en redes sociales por una transeúnte, a quien el vendedor ya le había ofrecido a ella y a otras personas sus algodones de azúcar sin recibir una respuesta positiva.
Ante esto, el hombre se invadió de frustración, dio la vuelta, caminó algunos pasos y empezó a azotar sus algodones de azúcar contra el suelo. Estaba tan molesto que incluso brincó sobre ellos, se recargó en una pared y rompió en llanto.
La chica que miraba y grababa todo a la distancia quedó conmovida al ver la desesperación de aquel hombre que solo trataba de ganarse la vida de la manera que mejor sabía: trabajando. Entonces decidió ayudar al hombre de la manera en que le fue posible.
Este señor en la noche del 23 de diciembre ofreciendo algodones, y después que me ofreció a mí y otras personas y le dijimos que no, caminó y azotó el palo contra la calle, brincando arriba de ellos desesperadamente.
Después de recargarse en la pared recogió los que habían quedado intactos y se cruzó de nuevo a la avenida. Claro, después de recapacitar le compramos los del piso y nos dijo que no había vendido nada en el día.
A veces no sabemos lo mucho que ayudamos al comprar un algodón de azúcar… Me quedé pensando en lo que pudo sentir, de que no llevaría comida a casa o no tendría para un regalo para sus hijos al día siguiente o medicamentos o qué sé yo. Compremos y ayudemos a los que más necesitan, son personas que trabajan, no que piden dinero sin hacer nada.
Al final, la chica invitó a todos los internautas a reflexionar cuánto puede ayudar consumir a pequeños emprendedores locales, quienes cada día dan lo mejor de sí para seguir adelante junto a sus familias.