Hay relaciones que se muestran llenas de amor y comprensión, pero conforme pasa el tiempo se vuelven turbias. Salir de una relación violenta puede ser difícil, pero no imposible. Por ello esta chica, con seudónimo KrissyKross, decidió compartir su historia en Internet a través de algunos mensajes que recibía por parte de su esposo.
Las anécdotas que KrissyKross comparte sobre su ex esposo Adam han dado la vuelta al mundo debido al maltrato físico, psicológico y sexual del que era víctima. Afortunadamente, su historia, que terminó hace tres años, ha sido vista más de 600 mil veces y quizá ha motivado al triple de personas a frenar la violencia doméstica.
Ella compartió su historia mostrando algunos mensajes
“Este es un ejemplo de los mensajes que solía recibir en el trabajo, donde no me permitían usar el teléfono”.
No había instante sin violencia
“Tony era un compañero del trabajo. Sabía cuando salía de trabajar porque era justo cuando entraba yo. Una vez me ayudó a cambiar un neumático. De pronto mi esposo creyó que era mi amante”.
Cada llamada y cada mensaje en verdad la atormentaban
“Esa noche me quedé con una compañera del trabajo. Él lo supo porque me puso esas trampas que dice”.
La vida a su lado era terrible
“Visito a mi madre un tiempo cada par de años. Tenía un enorme moretón en el brazo porque mi marido me había mordido, tenía marcas de dientes. Estuvo ahí durante un mes, lo bastante para que lo viera mi madre y para que lo fotografiaran en el NCIS, cuando al fin lo denuncié varias semanas después”.
Estar lejos de él no mejoraba la circunstancias
“No había instante o momento en el que él no dudara de mí”.
La insultaba, golpeaba, y amenazaba, degradando su autoestima
“Sus amenazas eran cada vez más intensas y yo no podía hacer nada en contra de él”.
Afortunadamente todo terminó a tiempo
Después de una serie de actos violentos que parecían haber controlado la vida de Krissy, decidió compartir su historia y salir adelante con la ayuda de su amiga, terminando así con ese infierno en el que muchas mujeres siguen sumergidas.
Por ello, si eres víctima de violencia o conoces a alguien en esta situación, ¡alza la voz! ¡No temas pedir ayuda!