Mucho se dice acerca del efecto negativo que los influencers y youtubers pueden tener en su público, sobre todo cuando la audiencia es muy joven. Sin embargo, existe mucho contenido muy positivo en plataformas como YouTube y TikTok, solo es cuestión de buscarlo.
En estas plataformas podemos encontrar contenido muy enriquecedor e incluso videos educativos completamente gratuitos, que podemos aprovechar para aprender acerca de temas que, de otra manera, nunca nos hubieran interesado. Algunos de estos videos están tan bien hechos que podemos usarlos para desarrollar nuevas habilidades que pueden ser útiles en el mercado laboral.
Uno de los más grandes canales de programación
Lucas Dalto es un programador y youtuber argentino de 19 años que tiene un canal dedicado a la enseñanza de la programación. Actualmente, su canal tiene más de 325 mil suscriptores y es el más grande de su clase en Argentina. Todo lo que Lucas sabe sobre programación lo aprendió él solo, leyendo foros e investigando en internet. Su interés empezó cuando él era muy pequeño y con los años logró convertirse en todo un experto.
A diferencia de otros, yo volvía del colegio y me pasaba toda la tarde leyendo foros, buscando información sobre cómo hacer para mejorar mis páginas, me anotaba en cursos que no eran lo normal para mi edad y así me volví un estudioso del mundo de los software, sistemas y demás que hoy en día están más naturalizados pero que en ese momento era algo extraño.
Ha ayudado a muchas personas
Además de hablar de su experiencia como programador, Lucas ofrece cursos completamente gratuitos en su canal. Debido a su trabajo, cualquiera puede aprender HTML, CSS o Java desde cero, con lenguaje accesible y, lo mejor de todo, sin costo alguno. Y vaya que su esfuerzo se agradece, ya que muchas personas le han hecho saber que por sus cursos pudieron incursionar en el mundo de la programación o ganarse becas para seguir estudiando.
Quiero ser referente en el mundo de la tecnología, mi objetivo es empujar a la generación de jóvenes a que se nutran de estos conocimientos que son indispensables en el siglo XXI y que tiene una salida laboral muy rápida. En estos momentos sí me siento un referente, pero muy de nicho. Salgo a la calle y me saludan desde jóvenes hasta adultos de 50 años que se pusieron a estudiar programación y encontraron una salida laboral más fácil para la edad. O incluso que gracias a mis cursos, consiguen becas, algo que no deja de enorgullecerme.