Lo siento amor, llevo un tiempo dándole vueltas y hasta hoy no he encontrado la forma de decírtelo. Espero que esta carta sirva para que entiendas lo que me pasa. Hoy quiero decirte que ya basta, que no doy más, que no puedo seguir de esta manera. ¿Crees que es fácil? No soy el tipo de mujer que se deje manipular y usar por un hombre que solo quiere pasar el rato, o quien te rogará para que te quedes con ella; no te diré que sin ti no puedo vivir y que haría cualquier cosa por no perderte. No, yo solo diré lo que siento, lo que de verdad hay en mi corazón. Diré que ya no puedo esperar a que seas tú quien tome la decisión de establecer un compromiso conmigo.
Quisiera que todo fuera diferente; que tuvieras el valor y el amor suficiente para tomar la decisión de estar a mi lado; que tomaras la decisión de quedarte conmigo y no buscar a nadie más. Pero no es así, y al parecer así continuará. No te has dado cuenta que estoy llegando al límite, que estoy apunto de largarme de aquí, de tu lado, de un hombre que no tuvo las fuerzas de tomar en serio nuestra relación.
Sé que esto va a ser muy difícil para ti, pero no dudes ni por un momento que a mi también me esperan meses de confusión y tristeza. Lo cierto es que no tengo fuerzas para seguir sosteniendo este amor, tal vez porque haya perdido intensidad, tal vez porque ya no queda nada. No te culpo, las relaciones terminan y está claro que nada es para siempre, a pesar de lo que creíamos cuando nos enamoramos.
¿Me quieres?, ¿te importo? No sé qué es lo que piensas de mí o lo que tu corazón siente, solo sé lo que siento por ti. Solo puedo ver todo lo que he hecho por permanecer el mayor tiempo posible a tu lado; lo que hice por ignorar la realidad y pensar en que todo estaba bien entre nosotros; lo que pensé cuando creí que cambiarías y que estabas apunto de tomar la decisión de permanecer a mi lado. Nunca llegaste, nunca te has ido. Sigues ahí en medio sin saber qué harás. ¿Lucharás? ¿Seguirás con los brazos cruzados como hasta ahora? Ya no importa, porque esta es mi despedida y vengo con valentía a mirarte a los ojos y decirte lo mucho que lamento que lo nuestro haya terminado de esta manera, que lamento romper todas mis ilusiones y ya no tener el deseo de luchar por nosotros.
Me voy con la cabeza en alto, reconociendo que fui por mucho tiempo quien luchó por este amor; que fui yo quien construyó lo mejor de nosotros y estuvo siempre ahí, tratando de que la cuerda no se rompiera. Pero ya no tengo las fuerzas, estoy cansada de tratar una y otra vez sin lograr nada, estoy cansada de caminar sola en el aire sin avanzar.
Creo que lo mejor es poner fin a este amor ahora, antes de que el daño sea irreparable, antes de ensuciar el recuerdo con reproches y críticas. No quiero que el príncipe azul se convierta en el villano de la película y que la princesa pase a ser la bruja malvada del cuento. Basta ya de excusas estúpidas para no hablar de los problemas; basta de hacerte el loco como si no pasara nada; basta de esconder la cabeza o de barrer los malentendidos, porque no quiero rencores bajo la alfombra; basta de ambigüedades: me quieres o no me quieres.
Ya no puedo esperar porque la vida es una, es corta y se nos va yendo poco a poco de las manos. No quiero terminar sola con las esperanzas rotas, quiero avanzar y recorrer mi propio camino, esperando lo que la vida esté dispuesta a darme. Te dejo porque estoy cansada de las excusas, de las mentiras, de posponer mi felicidad. Quiero un futuro firme y sé que jamás lo tendré contigo.
Por eso pongo punto y final en este momento. En esta carta quiero expresar también mis mejores deseos: aún quiero que seas feliz, y sé que no lo serás a mi lado. Así que me alejo con la satisfacción de habernos querido tanto, pero con la tristeza de que el amor no fue suficiente. Te abrazo.