Esta carta ha sido escrita por una chica que espera que algún día su futuro esposo pueda leerla. Es hermosa y verdaderamente inspiradora, algo que cualquier hombre maduro quisiera descubrir por accidente en una botella que acercó el mar a la playa, o entre los objetos especiales que su esposa guarda en el closet.
Hola, mi futuro esposo:
Ya sea que estés leyendo esto antes de que me conozcas, o que tropieces con ella después, quiero que sepas algunas cosas.
La razón por la que te estoy escribiendo esto hoy es porque no puedo dejar de pensar en ti, y yo no puedo dejar de imaginar lo felices que seremos. Que esta carta sea una promesa de que voy a hacer mi mejor esfuerzo para ser la mujer que quiero ser para ti.
Quizá aún no sepa todas las dificultades que vienen con un compromiso de por vida, pero tengo suficiente experiencia en relaciones para saber lo que quiero y cómo me imagino mi vida con la persona con la que me comprometeré: tú.
Los que me rodean son una fuente continua de inspiración sobre cómo quiero que sea nuestra relación. Así que aquí y hoy, me comprometo a intentar dar mis mejores esfuerzos para hacer lo siguiente:
Me comprometo a hacer todo lo posible para que brilles a diario, por lo que vas a contar con muchas sorpresas. Tu sonrisa será mi prioridad. Mis rodillas se vuelven débiles cuando sonríes, por lo que sólo me imagino el esfuerzo que haré para ser la fuente de tus sonrisas.
Te prometo que siempre voy a mirarte con la misma adoración como lo hice en el momento en que me di cuenta que te amaba.
Me comprometo a tratar de encender el mismo brillo que veo en tus ojos cuando estás sorprendido, inspirado, motivado o cuando estés a punto de inclinarte para besarme.
Me comprometo a tomar tu mano cuando tengamos 80 años con la misma vivacidad con la que la tome cuando cruce esa línea por primera vez. Nunca dejaré de sentir el entusiasmo que sale de mí cuando te veo. Te sorprenderé en cada lugar, motivo o con las actividades que hagamos.
Te prometo que te mantendré a la expectativa de a dónde iremos después. Me comprometo a hacer todo lo posible por que siempre te interese. Voy a seguir reinventándome a mí misma, buscaré nuevos pasatiempos, nuevos conocimientos y nuevos intereses para mantenernos entretenidos.
Prometo tener nuevas historias que compartir contigo, y tal vez voy a volver a contar las mejores de nuevo si tú insistes. Nuestra amistad seguirá creciendo con los años.
Me comprometo a desafiarte y a desafiarme a mí misma para ser mejores. Me comprometo a tratar de alimentarme de tu energía iluminadora que me inspirará a hacer lo mismo conmigo misma. Yo haré todo lo posible para asegurarme de que aburrirte nunca se cruce por tu mente.
Incluso en el dolor y la obscuridad, prometo que te mostrare los diferentes tonos de obscuridad para ayudarte a encontrar los pequeños rayos de luz que siempre están allí si los buscas. Después de todo, siempre hay algo peor que lo peor y mejor que lo mejor. Todo es relativo.
Te prometo darte un beso a lo largo de nuestra vida juntos, con la misma pasión que tuve la primera vez que sentí tus labios sobre los míos. Cuando nos besemos, quiero que el tiempo se vuelva lento, que sólo seamos tú y yo y nuestros sentimientos.
Me comprometo a jugar los juegos que te gusta juagar.
Prometo hacer mi mejor esfuerzo para mantenerme físicamente atractiva para ti; yo haré todo lo posible para estar saludable con el fin de mantenernos al día con nuestros hijos y nietos (alguien tiene que enseñarles natación y kickboxing). Te voy a entrenar también; quiero que sepas cómo luchar y defenderte, simplemente no lo uses en mi contra.
Me comprometo a ayudar para que tú seas saludable, tanto física como mentalmente. Voy a cocinar y a limpiar para nosotros. Cuenta con el mejor desayuno: frutas, huevos con tocino… bueno, no puedo cocinar de todo, pero lo intentaré.
Te prometo tratar de ser un modelo a seguir para nuestros hijos. Quiero que tanto a ti como a mí nos vean como una fuente de motivación. Quiero inspirarlos a ellos de la misma forma en la que mis padres me inspiran.
Prometo hacer mi mejor esfuerzo para amar a tu familia como tú los amas y estar a su lado como tú estas con la mía.
Me comprometo a escucharte siempre y cuando quieras ser escuchado; cuando me quieras para dar rienda suelta a una locura o cuando quieras algún consejo.
Voy a escucharte especialmente cuando tú no te sientas cómodo compartiendo tus pensamientos con nadie más, y para las cosas que intentes decirme cuando ni siquiera estés hablando. Prometo siempre escuchar.
Durante nuestra vida juntos, te prometo que me aseguraré de que sientas que eres el centro de nuestro hogar. Sé que lo serás y siempre te voy a tratar de demostrar mi aprecio por ti debido a eso. Ser la mujer de la casa no es nada sin un hombre.
Te prometo no volver a bajar la guardia en el cuidado de nuestra relación. Sé que no te sentirás satisfecho con lo mínimo.
Prometo hacer todo lo que pueda para ti sin quitarte tu independencia física, intelectual o emocional.
Me comprometo a crear tradiciones familiares y asegurarme de que nuestro legado viva para siempre a través de nuestros hijos.
Me comprometo a encapsular el momento en que me di cuenta de que este amor era magnético, amoroso y erótico. A no dejar que ese sentimiento se pierda y revivirlo contigo constantemente, siempre.
Atentamente,
tu futura esposa.