No es sólo el lazo de sangre el que nos une: además de ser mi hermano eres una persona a la que amo con toda el alma, y para quien deseo una vida plena y feliz. Aún eres joven, pero pronto comenzarás a interesarte en las chicas y todo lo relacionado con ellas.
Con el tiempo, un día llagará el momento en el que de pronto sientas la necesidad de elegir a la compañera de tu vida, y deseo que cuando lo hagas, te guste tanto como para esforzarte en ser un mejor hombre para ella.
Deseo que se tome el tiempo para conocerte, que sepa lo que te gusta y lo que no te agrada y que no sea complaciente sólo para que permanezcas a su lado o para evitar problemas contigo, sino que defienda sus puntos de vista cuando deba hacerlo, pero también distinga cuando sea mejor estar bien a tener la razón.
Deseo una mujer cuya mirada se ilumine al verte, y te mire a los ojos cuando te hable. Que sonría abiertamente cuando le dices palabras lindas y que diga la verdad cuando hagas una pregunta difícil, sin importar lo dolorosa que pueda ser la respuesta.
Una mujer por la que valga la pena sufrir, pero que te ame tanto que no lo haga, por lo menos con intención. Una mujer que tenga claro qué desea hacer con su vida, cuyo bienestar no dependa del tuyo, pero que siempre busque la forma de hacerte sentir bien.
Una mujer que sepa hacia donde va y que no te necesite para alcanzar sus metas, pero que te ame tanto que comparta su deseo contigo, y te impulse para que tú también logres tus objetivos. Una mujer que no sólo abra sus brazos, sino que también abra su corazón y sólo quiera verte feliz.