Sí has llegado a este lugar buscando el secreto de lo que siente una chica soltera, desde ahora te aviso que no lo vas a encontrar. Así que, al decir que esta es “la verdad” de lo que sentimos, me refiero a todo eso que pensamos sobre no tener una relación, pero que nunca escucharás salir de nuestra boca, hasta ahora.
Estas líneas están dedicada a todas aquellas chicas allá afuera que sienten igual que yo: perdidas en el tiempo, desorientadas del corazón y sin una esperanza de amor. Basta de ponerle feas etiquetas: la soltería es mucho más sencilla de lo que parece, así que ahora cambio mi nombre por La chica más soltera del mundo.
Las chicas sin una relación estamos perdidas, porque cuando tienes pareja es como si el tiempo avanzara en otra realidad y ya no son las mismas horas que solían ser tuyas. Tal vez porque en una relación sólo existe el “nosotros”. Más de una vez me he preguntado ¿qué sucede con la vida de una chica soltera? ¿Los días y semanas sólo avanzan, y ya?
Y es que para una chica sin pareja sólo existe hoy, no hay demasiados planes o futuro; por eso a veces quisiera que una pareja me ayudará a decidir una fecha para “nuestras” próximas vacaciones, o una cita para ir al cine en viernes. Alguien que estuviera conmigo para decidir esos pasos que tal vez yo no sé dar sola.
Luego pienso en el último chico con el que salí, del cual no diré que sólo pasó por mi vida para intentar llegar conmigo a la cama, pues no fue así; pero si diré que se atravesó por mi soltería justo cuando menos lo esperaba, y fue tan emocionante que por un momento vi en él algo de esperanza.
Sin embargo la cosas no funcionaron, pues yo me volví aburrida, y la verdad es que no ser una chica genial, sexy y divertida puede ser un repelente de prospectos. Por más triste que parezca, eso fue lo que pensé cuando dijo que lo era mejor ser sólo amigos, y repetía en mi cabeza las mismas preguntas una y otra vez: “¿Qué hice mal? ¿Qué diablos no funciona bien en mi?”.
Voltee a mi alrededor para observar a esas parejas felices y me di cuenta de que no se trataba de ser suficiente, sino de ser yo misma. Así que dejé de lamentar y preguntarme qué era lo que tantas veces hice mal, y comencé a recordar todo lo que ha salido bien hasta ahora.
De pronto una lista de logros personales comenzó a brillar frente a mi; todas esas pequeñas metas que logré en algún momento, y que definitivamente no fueron tiempo perdido. Todo eso tomó forma para convertirse en algo especial, que era yo misma y no me había dado cuenta.
Ahora me doy cuenta de que todo deja de funcionar cuando dejas de ser tú misma, cuando te olvidas de quién eras en un intento por agradar a los demás. Por eso he decidido no renunciar al amor, sé que existe porque lo siento cuando hago las cosas que más me gustan, o cuando comparto el tiempo con mis personas favoritas.
Y aunque quiero un chico con quién compartir las noches en cama viendo películas, o los viajes de fin de semana a las montañas, debo admitir que ya no me preocupa tanto si no encuentro a ese hombre hoy, o mañana o el día siguiente.Mi corazón está tranquilo y feliz porque sé que un día encontraré a alguien que sea como mi Noah y yo su Ali.