Emersyn, o Emmy, como su amorosa familia acostumbra llamarle, fue prenatalamente diagnosticada con Síndrome de Down. Su madre Courtney Baker se encontraba en una posición difícil durante el embarazo, debido a que su doctor especialista recomendó, en variadas ocasiones, la opción de abortar a la bebé; recomendación a la que Courtney y su esposo se negaron a escuchar.
Sin embargo Emersyn llegó para llenar de sonrisas y alegría a la vida de esta familia; y aunque Courtney se sentía como una madre infinitamente feliz por la bendición de su hija Emmy, tardó un año en escribir esta carta con su sentir con respecto a aquel doctor que faltando a su ética profesional, la hizo dudar de su amor de ser madre.
Lee la conmovedora carta que envió esta madre al médico que le sugirió abortar a su hija con Síndrome de Down.
Querido doctor:
“Recientemente una amiga me contó que cuando fue con su médico ginecólogo, durante el sonograma de su embarazo, el doctor le comentó: ‘es perfecto’. Una vez nacido su hijo, mi amiga recibió la sorpresa de que tenía síndrome de Down, así que regresó con su hijo en brazos a visitar al mismo doctor, quien los recibió con la frase: ‘Te dije, es perfecto’.
Mientras escuchaba a mi amiga, me comencé a sentir bendecida de escuchar tan hermosa historia, pero también me sentí triste de saber que esa pude haber sido yo, quien recibiera esas palabras de mi doctor; sin embargo no fue así”.
“Llegué a ti durante la época más difícil de mi vida. Estaba aterrorizada, ansiosa y angustiada. No sabía la verdad de mi bebé y necesitaba eso de ti. Pero en lugar de apoyarme y darme ánimo, sugeriste que abortara a mi hijo.
Desde esa primera visita temíamos nuestras citas. El momento más difícil de mi vida se hizo insoportable porque nunca me dijiste la verdad. Mi hija era perfecta. Me duele que estés tan equivocado de que un bebé con Síndrome de Down reduciría nuestra calidad de vida. Me rompe el corazón pensar que puede que le hayas dicho eso a una madre hoy. Pero lo que más me duele es que nunca tendrás el privilegio de conocer a mi hija Emersyn”.
“Emersyn no sólo le ha dado calidad a nuestra vida; ha tocado miles de corazones. Nos ha dado un propósito y una alegría que es imposible de expresar. Nos ha dado sonrisas más grandes, más risas y besos más dulces de los que jamás habíamos conocido. Nos abrió los ojos a la verdadera belleza y al amor puro.
Mi oración es para que ninguna otra madre pase lo que yo pasé. Oro para que tú también veas la verdadera belleza y amor en cada ecografía. Y oro para que cuando veas al siguiente bebé con Síndrome de Down, amorosamente instalado en el útero de su madre, la mires y le digas la verdad: ‘Tu hijo es perfecto'”.