La verdad no sé por donde empezar. Quisiera decirte la increíble persona que eres: lo divertida, inteligente, graciosa, astuta, asustadiza y enojona que siempre has sido; tienes mil defectos y muchas más virtudes. Te he visto llorar hasta el cansancio y me encanta escucharte reír hasta más no poder. Te he odiado cuando sacabas algo de mi armario y te he amado cuando me has dejado helado en el refrigerador.
Has sido mi compañera de juegos y juntas planeamos conquistar la luna. Hemos tenido discusiones absurdas y reconciliaciones maravillosas. Tu abrazo es la mejor cobija en mis horas tristes. Te quiero tanto hermana, que de verdad, no sé por donde empezar.
Quisiera decirte lo difícil que es esta vida, que te vas a topar con gente mala, personas que aparentarán ser tus amigos, pero planearan tu derrota a tus espaldas. El mundo está lleno de hipócritas que van a intentar destruir tu esencia, evita mantener contacto con ellos, aunque tú si los estimes. También encontrarás gente muy buena que te apoyará y te escuchará, esa clase de gente no la dejes ir nunca.
Seguramente sufrirás desvelos cuando estés en la universidad, pero déjame decirte que no existe mejor etapa en la vida que la de un estudiante; eres ajeno al sufrimiento del mundo, mientras compartes con amigos entrañables. Disfrútala al máximo y da lo mejor de ti, de eso dependerá tu futuro.
Por supuesto que te toparas con canallas que te romperán el corazón y creerás que vas morir de tanto dolor, pero quiero que sepas que todo eso se supera, y siempre ponte en el lugar de los hombres a los que tú les romperás las ilusiones.
No puedo decirte cómo ser, porque tú tendrás que forjar tu carácter a partir de lo que te toque vivir, pero sí te puedo decir que seas feliz, que te aceptes como eres, porque no hay nadie en el mundo igual a ti. Quiero pedirte que todos los días te veas en el espejo y te ames exactamente por lo que ves en tu reflejo. Si algo no te gusta, cámbialo; si algo te encanta de ti, deja que el mundo lo vea. No te sientas mal si no eres igual que tus amigas; tú eres tú, y no te cambiaría por nadie más en este mundo.
Acepta tu cuerpo como es, no escondas tu sonrisa, has lo que amas con pasión. Escúchate, hazle caso a tus corazonadas, tú siempre sabrás lo que es mejor para ti. Come, ríe, viaja, enamórate, llora, grita, patalea, duerme.
Solo quiero que sepas que cada vez que te sientas sola, yo estaré ahí para ti; llueve, truene o relampaguee, quiero ser el hombro al que corras para consolarte, la que te escuche, la que te defienda; porque no estás sola, yo siempre estaré dispuesta a ayudarte. No importan los malos entendidos, la distancia o el orgullo, sabes que cuentas conmigo porque eres mi hermanita y eso es lo único que cuenta.