El clásico proceso de fecundación mamífera que la mayoría de las personas conoce es creado en base a un óvulo y un espermatozoide, por lo que crear un embrión sin ninguno de los antes mencionados podría parecer imposible.
Sin embargo, el Instituto Weizmann de Ciencias de Israel compartió una investigación en la que aseguran la posibilidad de crear embriones sintéticos sin emplear esperma, óvulos ni útero biológico, todo a partir de células madre cultivadas en un laboratorio.
En 2018, un grupo de investigadores israelíes dirigidos por Nicolás Rivron desarrollaron embriones sintéticos de ratón, generados a través de células madre cultivadas en placas de Petri, que posteriormente fueron desarrollados en un biorreactor.
Esto con el fin de hacerlos evolucionar hasta producir órganos como un corazón capaz de bombear sangre, un cerebro, un tubo neuronal y un tracto intestinal, idénticos en un 95 por ciento a los embriones de ratón naturales.
Como resultado, la investigación arrojó una serie de nuevas posibilidades hacia la formación de diferentes órganos a partir de células pluripotentes y la influencia de algunas mutaciones genéticas en el desarrollo de enfermedades.
En base a este estudio, el pasado 1 de agosto, la revista Cell compartió un artículo en el que el profesor Jacob Hanna y su equipo en el Instituto de Ciencias Weizmann, en Israel, describen a detalle la investigación, en la que llevan años trabajando para desarrollar un útero artificial que sea capaz de cultivar embriones de manera eficaz.
Renewal Bio, una empresa con sede en Israel que se ha creado en base a los descubrimientos de Hanna, se planteó la posibilidad de emplear esta misma técnica para desarrollar embriones humanos, con el fin de cultivar órganos para trasplantes o para rejuvenecer el sistema inmunológico de personas mayores.
Según lo compartido por el mismo Hanna, tanto él como otros voluntarios comenzaron a usar su propia sangre con la finalidad de desarrollar embriones humanos a raíz de sus células madre. El objetivo principal de este procedimiento es gestarlos hasta el equivalente de entre 40 y 50 días de embarazo, que es el período en el que se forman los órganos básicos y las extremidades de un cuerpo humano.
Cabe mencionar que, durante el experimento, a los científicos les llevó aproximadamente siete años desarrollar un útero mecánico, en un laboratorio Israelí, que han logrado mantener con vida durante ocho días y medio. En otra prueba con este útero, el embrión llegó a los 11 días, aunque en cualquiera de los casos, se considera muy poco tiempo para la gestación completa de cualquier mamífero.