Las mamás saben que no hay una forma “correcta” de dar a luz. A algunas les gustaría tener un parto natural y que una comadrona o partera les ayudara con la labor; otras se sentirían más cómodas en un hospital con un grupo de doctores a su servicio y con la aplicación de la epidural para no sentir dolor.
Sin embargo, al final del día, dar a luz se vuelve impredecible y también un desastre; y esa personita que llegará al mundo es quien tendrá la última palabra: si decide que es tiempo, terminarás teniéndolo a mitad de la calle.
Lo más importante es que el bebé esté bien… esa fue la razón que llevó a esta mamá a compartir la dramática fotografía de la cicatriz de su cesárea:
Jodie Shaw compartió esta fotografía en octubre del 2016 a través de un grupo de Facebook al que llamó Birth Without Fear (parto sin miedo). Allí da algunos recursos para las mamás que se acercan al parto.
En esta fotografía Shaws muestra la dramática cicatriz vertical, tachonada con grapas médicas, que dejó su cesárea. Un testimonio de la dificultad a la que esta madre tuvo que enfrentarse para dar a luz.
En el texto que acompaña la fotografía, ella explica:
“He escuchado a algunas madres decir que ser sometida a cesárea no cuenta como dar a luz, y quiero poner punto final a este pensamiento”.
“Es obvio que no puedo cambiar la forma de pensar de los demás, pero he decidido postear esta fotografía para ver si algunas personas cambian su manera de pensar. A pesar de los planes perfectos que tenemos para dar a luz, a veces no hay opción; yo no tuve opciones.
“Tenía un fibroma del tamaño de un melón en el cuello del útero y la placenta de perfil bajo, lo que me dejaba fuera de la cicatriz ordinaria de una cesárea. Pero lo crean o no di a luz a mi bebé”.
Y esto es lo que le dijo al mundo con su fotografía:
“Antes de juzgar a alguien por lo que tú consideras ‘dar a luz’, toma un minuto para pensar por qué esa persona ha utilizado tal método. Probablemente había elegido otra forma, pero no tuvo opción. O ‘¿por qué diablos una madre elegiría una cirugía mayor y seis semanas de recuperación si podía evitarlo?’.
“Esta cicatriz me salvó de perder una cantidad mortal de sangre y permitió que mi hijo viniera a este mundo como debía: sano y salvo”.
El punto es que cada madre hará lo que sea necesario para traer a salvo a ese pequeño. Jodie Shaw tuvo a su bebé sin mayores complicaciones; no obstante, la cicatriz es el precio que tuvo que pagar.
Y ahora, ¿sigues pensando que tener un hijo por cesárea no “cuenta” como dar a luz?