Los niños tienen un alma tan pura y noble que todos deberíamos aprender un poco de ellos, especialmente de sus ganas de ayudar. El mejor ejemplo de esto es Samuel Andrés Mendoza, un pequeño originario de Barquisimeto, Venezuela que ya se ha ganado el corazón de toda la web porque vende sus dibujos para ayudar a su madre con los gastos de la casa.
Actualmente, la situación de muchas familias no es fácil y la de Samuel también se vio afectada por la pandemia, pero él no se quedó de brazos cruzados y pensó en la mejor manera de ayudar a su mamá, porque Samuel no conoce límites y nada puede detenerlo. A continuación te contamos su historia.
Samuel buscó la manera de ayudar a su familia
La economía de la familia de Samuel estaba en un punto muy crítico, pues su madre no podía conseguir más dinero. Así que el pequeño hizo una cuenta en Twitter e inició un negocio artístico. Publicó las fotos de sus dibujos y cuando hizo su primera venta, corrió a darle el dinero a su mamá.
Sus razones para ayudar eran muy nobles
En la cuenta de Twitter, el niño reveló que trabaja como un artista porque teme que la salud de su mamá empeore, ya que hace algunos años tuvo que ser sometida a una operación de cadera y no puede moverse con mucha facilidad.
La familia se mudó para buscar mejores oportunidades
Aunque son originarios de Venezuela, tuvieron que migrar a Colombia para mejorar su condiciones de vida, pero todavía continúan en una situación poco favorecedora. Además, Samuel fue diagnosticado con Síndrome de Asperger, una condición que lo hace necesitar tratamientos, dieta y medicinas especiales.
En redes sociales ya lo aman
Sus dibujos, en los que sobresalen los personajes de la caricatura Dragon Ball e íconos del deporte como Cristiano Ronaldo, cada vez se están volviendo más populares en las redes sociales. Aunque muchos usuarios no han podido ayudarlo con dinero, sí le han regalado insumos, una computadora portátil, lápices de colores y hasta una beca para estudiar Dibujo. Este pequeño es el ejemplo de que cuando se quiere hacer una buena obra, no hay nada que pueda detenerte. Samuel merece el reconocimiento de todos.