Si eras de las chicas que siempre olvidaban su libro de Historia en secundaria o te escapabas de la clase para irte de pinta con tu novio, seguro recuerdas cuando la película María Antonieta, de Sofía Coppola, te libró de reprobar e irte a extraordinario durante el verano. Cómo más, y no leyendo, conocerías la historia de la esposa de Luis XVI, que durante el siglo XVIII se volvió la reina más polémica que jamás paseó por los jardines de Versalles.
Es momento de revivir esa clase de historia porque aquella gobernante chipil fue la precursora de tu accesorio de moda favorito: el choker. ¿Tienes idea del porqué? Averígualo aquí.
Entre chokers e historia francesa
La última reina del antiguo régimen francés era impulsiva y rebelde contra las reglas de la época que se le ponían enfrente… cosas básicas con las que toda chica de 16 años debía rebelarse en aquel entonces.
Y es que si el pueblo quería una reina madura, seria y que pronto diera herederos, María Antonieta les daba una despreocupada adolescente monarca que, de la mano de los diseñadores más cool del momento, confeccionaba atuendos fuera de los cánones de la rígida, apretada y aburrida aristocracia de la época.
Un adorno en memoria de los cuellos decapitados
Es ahí donde el mito de la gargantilla y la liberación femenina nos remontan al siglo XVIII, y es que tras la crisis de la última monarquía francesa con María Antonieta y Luis XVI, cientos de hombres y mujeres murieron en la guillotina a manos de los agentes de la Revolución.
Para liberar el trauma de sus padres decapitados, los hijos de aquellos muertos desquitaron la pérdida con alocadas fiestas muy adelantadas a su época, congregaciones de locura que se hacían llamar: “el baile de las víctimas”.
También conocidos como los Bals des victimes, eran la respuesta salvaje donde los jóvenes usaban una cinta alrededor de la garganta, rindiendo honor a los decapitados por la Revolución y, sin querer, implantaron poco a poco la idea de una moda que varias generaciones después estaría adornando los cuellos más populares del mundo.
Los agrios dieciséis de Lilly Rose Depp
La joven actriz, y ferviente admiradora del choker, Lilly Rose Depp, por razones de coincidencia o no, celebró en 2015 su fiesta de 16 años inspirada en… adivina qué época de Francia. ¡Exacto! El siglo XVIII.
Sour Sixteen, o “agrios dieciséis”, tuvo a más de una invitada con gargantillas en el cuello e incluso la franco-estadounidense hija de Johnny Depp contó con su propia guillotina para tomarse fotos con los asistentes a la celebración que vibraba muy al estilo María Antonieta.
Otra reina precursora del choker
Otra reina mal portada de la historia fue Ana Bolena, quien usaba gargantillas que la hicieron famosa, y que murió decapitada por adulterio en el siglo XV.
El choker representa sensualidad, delicadeza, pero también es una muestra de orgullo de la identidad propia, así como una expresión de libertad sexual femenina que marcó para siempre la historia de la moda.
Un accesorio elegante y atemporal
En la década de los 90, la gargantilla representó el lado áspero de la feminidad musical. Mientras se desenvolvía una de las mejores décadas para escuchar el rock, la rebeldía de la mujer se hacía cada vez más fuerte en el arte, la música y la moda.
Así regresaron los chokers a los noventeros cuellos de las amantes de la música que pasarían de un hard rock y grunge, a bailar con el tecno y rendir honor “al accesorio de los degollados”, pero esta vez en la presentación de ligero plástico enrollado.
Hoy en día, la gargantilla ha regresado con solemnidad al mundo de la indumentaria, y no solo femenina. El sueño neofeminista de eliminar el género de la sociedad moderna es otro color del caleidoscópico simbolismo del choker.
Durante el 2016, una campaña para la marca de moda juvenil ASOS creó polémica involuntaria al lanzar una linea de gargantillas para hombre. Sin embargo, dentro del debate el veredicto más congruente fue el de la eliminación del género dentro del nombre de la prenda; sería entonces solo choker.
Sin duda, seguiremos participando con esta y muchas más tendencias unisex y con historias que nos permitan vestir nuestra identidad. La idea al final no será estar a la moda sino, tal vez, encontrar la combinación de prendas de múltiples tendencias o tribus urbanas del pasado con las que se pueda lograr un estilo propio y personalizado. Y tú, ¿con qué looks usas tus chokers?