Al casarse con el príncipe William, Catherine Middleton tuvo que adaptarse y mantener el estilo elegante que caracteriza a las mujeres de la familia real, debido al estricto protocolo británico respecto a las apariciones públicas. Pero Kate no sufrió por ello; por el contrario, se ha convertido en un icono del refinamiento.
La duquesa de Cambridge, con la ayuda de su estilista, Natasha Archer, ha sofisticado su imagen de una manera tan magistral que recuerda a la querida Diana de Gales. Sus prendas son favorecedoras, sin mostrar demasiada piel, con vestidos-abrigo, faldas a media pierna y zapatillas de diseño. Veamos, a continuación, su evolución de estilo.