En la pasada Semana de la Moda en Milán, la marca Moschino bajo el mando de Jeremy Scott, su director creativo desde el 2013, lanzó una colección de My Little Pony, pensando en todas las chicas que soñaron con tener un pony o que jugaron con los originales de los años ochenta.
Esta línea es parte de la revolución de la cultura pop que implementó Scott en la marca italiana: primero fue Barbie, después McDonald’s y ahora los encantadores caballitos. Todo el desfile estuvo inspirado en los años 80, y lo peculiar fue que las tiernas playeras estuvieron acompañadas de botas bad ass y chamarras de cuero.