Desde la época de las cavernas, en la que los hombres se peleaban por utilizar las mejores pieles, hasta nuestros días, la moda ha ido marcando tendencias, que en algunos casos pueden resultar absurdas. Pero esto no se nota hasta que han dejado de estar en boga.
En siglos pasados, algunas prendas podían ser extremadamente populares y, al mismo tiempo, mortales. Pero esto no les importaba a las personas, que deseaban estar siempre al último grito de la moda. Estos son algunos casos increíbles de hace algunos años e, incluso, han llegado hasta la actualidad.
1. Mientras más pálida, mejor
Durante el siglo XVIII, la moda dictaba que la piel debía ser lo más blanca posible. Para conseguirlo, las mujeres y algunos hombres utilizaban polvo blanco en su cara y también en los hombros, el pecho e incluso en las pelucas. En zonas como las mejillas o los labios, además, se añadían polvos de color rojizo o rosado. Para la fabricación de estos rudimentarios cosméticos se utilizaba plomo.
El material resultaba perjudicial para la salud. Provocaba conjuntivitis, desgaste del esmalte y pérdida de piezas dentales, manchas en la piel, alopecia y, a la larga, si el abuso era excesivo y continuo, llegó a causar muertes.
2. Para una mirada expresiva
A pesar de que las propiedades tóxicas de la belladona eran conocidas desde la antigüedad, las nobles europeas no dejaban de utilizarla. Una sola gota podía dilatar las pupilas y de esta manera la mirada se volvía más expresiva. Sin embargo, el uso constante podía llegar a causar problemas de visión e incluso ceguera permanente, pero esto no les importaba y la usaban sin miedo.
3. Vestidos venenosos
La ropa del siglo XIX en Europa y América era muy peligrosa, tanto para quien la usaba como para quien la fabricaba. Los colores que utilizaban para pintar las telas eran muy costosos y, la mayoría, tóxicos. Por ejemplo, el hermoso color verde esmeralda usado en telas y tocados estaba hecho en parte con arsénico, pero esto no importaba a las mujeres de la época victoriana. Podía provocar heridas en la piel, inflamación y hasta la muerte.
4. Miriñaque o crinolinas
Eran los armazones que se utilizaban bajo las faldas para darles un volumen espectacular. Se utilizaron sobre todo en el siglo XIX. Entre 1850 y 1870, el tamaño del miriñaque fue aumentado y cuanto más voluminoso más a la moda estaba el outfit. Existían dos versiones de las crinolinas: podían ser más flexibles, fabricadas en lino, algodón y crin; o rígidas, hechas de acero.
El peligro radicaba en el alto riesgo de incendio. En una época en la que el fuego se encontraba por todas partes, como en chimeneas, cocinas y velas, resultaba muy fácil que una falda se prendiera; si lo hacía, la mujer se veía atrapada en ella. La esposa del poeta Henry Wadsworth Longfellow, la archiduquesa Matilde de Austria, y dos hermanastras de Oscar Wilde fallecieron de esa manera. The New York Times aseguró que en 1858 las crinolinas provocaban tres muertes por semana como promedio.
5. Tejidos de aire
Luego de la Revolución Francesa se instauró el Neoclasicismo, que se inspiraba en la naturaleza: todo era sencillez, equilibrio, precisión y orden. Las mujeres comenzaron a utilizar ropas cómodas y prácticas, más acordes con el aire libre. Este tipo de vestidos fueron llamados tejidos de aire. Sin embargo, posteriormente tales prendas provocaron la llamada enfermedad de la muselina, debido a que las mujeres que iban a la moda no querían abrigarse en época de invierno. A menudo se resfriaban y algunas llegaron a morir por esto.
6. El famoso corsé
Los primeros estaban fabricados de metal; luego los sustituyeron los modelos con inserciones de madera y más adelante hubo otro con placas de hueso de ballena, un poco más flexible. El uso de este artículo para el vestuario podía provocar el desplazamiento de los órganos internos. Se comenzaba a utilizar desde una edad muy temprana y no se quitaba ni siquiera durante el embarazo.
Fue una de las prendas más usadas por las mujeres durante muchos siglos, aunque les causara una horrible tortura. Eran ultraapretados y se utilizaban para reducir al mínimo la cintura de la mujer y realzar su pecho. El corsé ha pasado a la historia como un símbolo de sensualidad, pero no era tan bueno como se piensa.
En una lista publicada en 1874 se afirma que existían hasta 97 enfermedades relacionadas con el uso de esta pieza: indigestión, estreñimiento, mareos por falta de respiración, hemorragias internas e incluso estados de histeria y melancolía. The New York Times informó en 1903 de la muerte de una mujer después de que dos varillas de acero de su corsé se le clavaran en el corazón.
7. Corsé de serpiente
Quizás uno de los ejemplos más raros de la moda del corsé fue el inventado por la bailarina Sylphe. Tenía el absurdo propósito de convertir la silueta femenina en una S. Fue muy popular a principios del siglo XX, pero era muy dañino para la columna vertebral. Los corsés se siguen fabricando hasta el día de hoy, pero los nuevos modelos no resultan tan dañinos para la salud y, lo más importante, cada mujer es libre de elegir si lo quiere usar o no.
8. Peinados excéntricos
En el periodo rococó, los peinados femeninos alcanzaron una altura y esplendor sin precedentes. En la cabeza de las damas se construían unas composiciones completas que, por supuesto, aguantaban más de un día. Esto provocaba la pérdida de cabello y algunas enfermedades en el cuero cabelludo, además de atraer insectos y roedores. Para proteger los peinados, las mujeres tenían que dormir con una jaula de hierro sobre la cabeza para que los ratones no pudieran hacer un nido entre sus horquillas.
9. Tacones muy altos
Si piensas que los diseños de Alexander McQueen son demasiado altos y extraños, entonces debes conocer a los chapines del sur de Europa. Estos zapatos se fabricaron con la intención de mantener a las damas lejos de la mugre de las calles. La moda, que se extendió por todo el continente, servía para incrementar su altura, pero llegaron a ser tan extremos que necesitaban la ayuda de sirvientes para poder caminar; de otra forma, la caída era inminente.
10. Pies vendados
Esta costumbre china, verdaderamente bárbara, se utilizó hasta 1911, fecha en la que fue oficialmente prohibida. Los pies de las mujeres de familias nobles se vendaban desde muy pequeñas, rompiendo los dedos y el arco de los pies. Como resultado, el crecimiento se detenía y estos adquirían la forma de loto, algo que era considerado extremadamente atractivo en aquel entonces.
Las chicas terminaban sufriendo de minusvalía, perdiendo a menudo su capacidad de movimiento y viéndose en la necesidad de pedir ayuda todo el tiempo. Sin embargo, esto provocaba que tuvieran mayor posibilidades para contraer matrimonio. A pesar de la prohibición oficial, han llegado hasta nuestra época y algunas mujeres que lo siguen practicando.
11. Cuellos asesinos
Los hombres no estuvieron exentos de utilizar prendas peligrosas. Durante el siglo XIX se volvió muy popular un tipo de cuello alto, clavado con los gemelos a la camisa. Este accesorio era tan rígido que a menudo conducía a la interrupción de la circulación sanguínea y hasta provocaba la asfixia, por lo que fue denominado el asesino de padres.