Tener una hermana pequeña es tener a alguien a quien proteger y guiar en la vida. Se ha convertido en una de tus personas favoritas; en una amiga, compañera y cómplice.
Te conoce mejor que nadie y verla es reflejo de lo que eres. Su compañía es lo mejor, porque cuando están juntas los problemas se vuelven más sencillos, la risa es interminable, y las peleas sólo duran un instante.
1. Tienes una muñeca barbie de tamaño real
Era tu deber como hermana mayor vestirla para las reuniones familiares de los domingos. Y a veces, resultaba difícil hacerlo porque no te quedaba tiempo para arreglarte tú misma. Pero gracias a tu hermana pequeña te diste cuenta de tu mala habilidad para maquillar, que has mejorado con los años.
2. Automáticamente te daban permiso de salir si tu hermana iba contigo
Sí tus padres dudaban sobre dejarte salir a una cita o a pasar un rato con tus amigos, hacías un trato con ellos y te permitían ir, siempre y cuando llevaras a tu hermana.
3. Para acompañarte, tú ponías las reglas
Cuando salias con ella le ponías algunas reglas y ella las seguía obedientemente. Sabes que estás en deuda con ella por el resto de tu vida por eso.
4. Tus papás te compraban los mejores regalos si los compartías con ella
Creciste sabiendo que todo lo que tenías estaba destinado a ser compartido.
5. Dos armarios = ¡El doble de ropa!
6. Tener una hermana es como si conocieras otra versión de ti misma
Sí tú eras la hermana que amaba el maquillaje, ella era la que amaba la escuela y los deportes. Si tú ordenabas un café caliente, ella pedía un frappé. Si tú te quedabas sin dinero, ella ahorraba todo y podías pedirle prestado –la mayoría de las veces.
7. Ella es todo lo que tú no eres y eso te hace sentir como si se complementaran
Estás orgullosa de todo lo que puede hacer, y ella siente lo mismo por ti.
8. Ella te permitió tener una idea de lo que sería si fueras madre
Al crecer, tú eras la encargada de cuidarla. Incluso guardabas la mitad de las barras de chocolate para que ella pudiera comer también. La ayudabas a elegir su ropa y algunas veces se sentía como si fuera tu hija.
9. Las noches de diversión esperaban justo al lado, con ella
Cuando estabas aburrida, sólo caminabas hasta su habitación para ver una película o para invitarla a cenar fuera. Tus noches aburridas se convertían en noches con vida gracias a ella.
10. Tenías algo que presumir sin que te odiaran por ello
Publicaste todos su logros y fotografías en Facebook y nadie te odiaba porque se trataba de tu hermana pequeña.
11. Te volviste más fuerte gracias a ella
Cuando sus compañeros la molestaban y ella lloraba en el camino de regreso a casa, eso te enojaba. Aprendiste a dejar claro que nadie se mete con tu hermana pequeña. ¡Nadie!
12. Son un equipo
Son un equipo para muchos proyectos, incluso, en contra de sus padres cuando les prohiben algo que están decididas a llevar a cabo. Y como todo equipo, han llegado a estar enojadas una con la otra, pero saben que eso dura sólo lo necesario.
13. Tienes a alguien que te admira
Tu hermana menor es tu fan número 1. Admira desde la forma en la que conduces hasta la manera en que te vistes. Ella quiere ser como tú y te apoya prácticamente en todo lo que quieres hacer.
14. Varias veces han bebido juntas
Aunque ella prefiere el vodka y tú la cerveza.
15. Es una más de tu grupo de amigas
Cuando tus amigas llegan a tu casa, la buscan; incluso se quedan en su cuarto. La consideran como parte del grupo.
16. Creciste y te diste cuenta de que ninguna amistad es más fuerte que la que tienen ustedes
Ella conoce lo que te gusta y lo que no. Estuvo contigo cuando reprobaste un examen y cuando lo pasaste también. Cuando tuviste tu primer novio y rompiste con él. Cuando sus padres peleaban, cuando estabas enferma, cuando te graduaste, cuando conseguiste tu primer trabajo.
Conforme crecieron te diste cuenta de que ella no es sólo tu hermana, es tu alma gemela.
17. Eres quien eres gracias a ella
Eres independiente porque sabías que ella dependía de ti. Eres fuerte porque sabías que tenías que ser fuerte para ella.