Existen personas que no pueden continuar estudiando por diferentes causas y ven truncada su ilusión de ser profesionistas.
Sin embargo, un conserje del Centro Educativo Charles Darwin, en Brasil, podrá cumplir su sueño de ayudar a otros siendo enfermero, gracias al apoyo de alumnos y profesores del colegio donde trabaja.
Ozeilto Barbosa tiene 43 años, dejó de estudiar a los 16 cuando se convirtió en padre y en 2011 llegó a la institución educativa donde labora. Padre de tres hijos y abuelo de dos nietos, llamó la atención de alumnos y profesores del colegio, entre ellos, tres estudiantes.
Bárbara, Débora y Ramona, de 20, 19 y 21 años, veían cómo Ozeilto se esforzaba por leer, por seguir aprendiendo, razón por la cual decidieron ayudarlo dándole asesorías para que pudiera continuar con sus estudios. “La convivencia con los alumnos y el ambiente escolar despertaron en mí la voluntad de estudiar“, expresó el conserje.
Para ellas, Oze -como lo llaman- es un ejemplo y una inspiración no solamente por querer prepararse, sino también por la actitud positiva que brinda todos los días mediante una sonrisa. “Oze es afectivo, saluda a cada persona de forma individual y por su nombre. La gente no tiene quejas de él, somos privilegiadas por estudiar con él”, dijo Bárbara.
Pero la historia no termina ahí, ya que Oze fue aceptado en la universidad para cursar la carrera de enfermería, una profesión que “encaja perfectamente con su personalidad”, según las personas que lo conocen y conviven con él.