A sus 89 años de edad, la activista de derechos civiles y sindicalista Dolores Clara Fernández Huerta fue detenida una vez más durante una protesta laboral en Fresno, California, sumando ya 23 arrestos en su carrera como activista.
En apoyo a la Unión Internacional de Empleados de Servicio, Huerta demandaba en la manifestación un incremento salarial para los miembros de este sindicato que no han tenido aumento en una década y reciben un salario mínimo de 12 dólares.
Estos cuidadores de personas de la tercera edad o discapacitadas, de quienes dependen alrededor de 17 mil personas -según el programa de servicios de apoyo en el hogar-, recibieron la oferta de la Junta de Supervisores de un aumento salarial de 10 centavos, pero SEIU demanda al menos un dólar más.
Dolores Huerta es confundadora de la Asociación Nacional de Trabajadores Agrícolas -más tarde convertida en United Farm Workers– junto con el reconocido líder de los trabajadores del campo César Chávez. Por su servicio comunitario y defensa a los derechos de trabajadores, mujeres e inmigrantes, Huerta ha recibido diversos reconocimientos como el Premio Eleanor Roosevelt Presidencial de Estados Unidos por los Derechos Humanos, la Medalla Presidencial de la Libertad y fue la primera mujer de raíces latinas en ingresar al Salón Nacional de la Fama de la Mujer en 1993.
Luego de su arresto junto a otras siete personas en la protesta, Dolores Huerta fue liberada por diputados del condado de Fresno, no sin antes imponerle alguna multa.
Al hablar con los medios de comunicación, la activista criticó la oferta de aumento ofrecida los supervisores: “ellos ganan más de 100 mil dólares al año, mientras que estas personas han estado sin aumento por 11 años”, declaró.