La tecnología revoluciona cada momento de nuestra vida: facilita algunas cuestiones, mejora productos y genera otros que solo habíamos imaginado gracias a los libros, caricaturas y películas futuristas. Pero también es un arma de doble filo que ha puesto en jaque la intimidad y seguridad de todo el mundo.
Podremos tachar de paranoicas a las personas que tienen la costumbre de revisar los lugares en los que se encuentran, de fijarse en las caras de los que están a su alrededor y hasta de observar cosas que para otros pueden ser totalmente cotidianas, pero si algo podemos aprender de ellas es que siempre se debe estar en alerta y tener cautela ante situaciones que pueden significar un peligro para nosotros o para los demás.
Lo más común puede ser lo más peligroso
En efecto, existen artefactos que pueden complementar la seguridad del hogar y la oficina, pero si caen en manos equivocadas se vuelven herramientas para la extorsión o la pornografía. Uno de estos artículos es un gancho para colgar abrigos o bolsas que tiene una minicámara integrada, lo venden en Internet con mucha facilidad y está creando polémica por los lugares en donde lo han colocado.
La cámara indiscreta
Según la policía de la Florida, existen tres incidentes en los que se reportaron que en baños públicos y probadores de tiendas de Miami se encontraron estos ganchos. El objetivo: grabar a las mujeres sin ropa.
Hasta dos horas de video
Y es que las cámaras integradas tienen capacidad de filmar hasta dos horas de video que se almacena en una especie de tarjeta de memoria, por lo que las personas pudieran ser víctimas de intentos de extorsión o sus imágenes terminar publicadas en páginas pornográficas. No cabe duda que lo más importante es estar alertas para evitar cualquier engaño.