Cada vez es más común que los matrimonios no lleguen a ese “vivieron felices para siempre”. Y es que quizá las parejas actuales no creen en el amor duradero o tal vez solo desean experimentar cómo sería vivir con otra persona… pero para eso existen los roomies, ¿cierto? Sin embargo, hemos llegado a la conclusión de que el divorcio es una nueva celebración, y es que cada vez son más las mujeres que festejan ser nuevamente solteras, y un ejemplo claro es el de Catherine Navarro.
La mujer de 34 años, originaria de Nueva Jersey, Estados Unidos, se casó en 2005 cuando estaba viviendo su juventud al máximo; pero el amor solo duró un par de años y el juicio de divorcio aún más, así que cuando finalmente le otorgaron los papeles que acreditaban que era una mujer soltera de nuevo, no dudó en organizar una gran fiesta para celebrarlo.
No todo fue miel sobre hojuelas
Catherine era joven y estaba totalmente enamorada cuando se casó, apenas unas semanas después de conocer a Marc, y lo hizo en una ceremonia rápida y a petición de una de sus primas.
Al principio pensé que era una broma, pero unos días después ya estaba consiguiendo mi vestido y las flores. Me dirigí al centro comercial y compré un hermoso vestido de novia. Nos casamos en el Ayuntamiento de Nueva York, con varios testigos, entre ellos mi madre y mis amigas. Fue un día precioso, fue simple, pero lindo.
Pero no todo fue perfecto. Aunque en el inicio había dulzura, cariño y respeto, pronto la relación se volvió un tormento: él era posesivo, no trabajaba y la trataba mal.
Después de 15 largos años, finalmente es una mujer divorciada
Cuando finalmente se decidió a pedir el divorcio, Marc se negó a dárselo, desapareció y jamás volvió a contactarla, situación que hizo que el proceso fuera más complicado y tardado. El tribunal le dijo que solo se lo concedería si demostraba que había buscado a su esposo en cada rincón del planeta, a pesar de que fue él quien la abandonó sin dejar rastro.
Desapareció de la faz de la Tierra y no tuve noticias de él ni supe dónde estaba. Tenía que demostrarle a la Corte que lo había buscado. Hasta que cumplí 34 años pude demostrar que el motivo del divorcio era la ausencia y finalmente en marzo de 2019 me lo concedieron, era algo que había estado deseando desesperadamente.
¡Que viva la soltería!
Para celebrar que finalmente había llegado su libertad hizo su “fiesta de divorcio”; alrededor de 30 amigos asistieron para disfrutar de las bebidas, la comida, juegos y especialmente de la divertida decoración porque hubo globos con frases como: “Felizmente divorciada”, “Adiós, chico” y “Estoy fuera del matrimonio”.
La vida es demasiado corta para estar en una relación que no te hace feliz, así que no te detengas en el pasado, acepta las elecciones que proporciona cada experiencia.