El mundo que nos ha tocado vivir es un mundo duro, lleno de torpes primeras citas, mal sexo y posibilidades limitadas de amor. Además de eso, muchas mujeres piensan que aceptar salir con alguien nuevo es comparable a viajar al Ártico: es frío, es incómodo y es probable que mueras antes de llegar a encender el fuego. Esas mujeres, calificadas como ‘inteligentes’, después de años de malos ‘viajes’ y valiosas lecciones, han aprendido que quizá no quieran regresar de nuevo.
Lamentablemente, ser calificadas como inteligentes nos aleja de la ‘tierra prometida’ –entiéndase una vida en pareja, noviazgo, matrimonio. A pesar de todo lo brillantes y educadas que seamos, estaremos más propensas a ser solteras.
Quizá el dicho “la ignorancia es la felicidad” exista porque será difícil para una mujer inteligente tener compañía masculina para salir un viernes por la noche… especialmente si desea platicar sobre Nietzsche y las teorías que está viendo en su clase de filosofía. A esa mujer le dolerá cada vez que sus padres le pregunten por qué ella no puede encontrar a alguien, como tantas de sus amigas.
En este punto, esa mujer podría haber inventado un dicho diferente: “Las mujeres ignorantes consiguen al hombre, y las mujeres inteligentes nunca se sienten plenas”. Pero, ¿por qué ocurre esto? ¿Por qué los hombres no quieren a las mujeres con las que pueden conversar y que los desafían? ¿Cuándo surgió la aversión a las mujeres brillantes?
En un artículo de The Wire titulado “¿Por qué los hombres inteligentes eligen a mujeres menos inteligentes?” (Why Do Smart Men Date Less Inteligent Women?) el periodista financiero John Carney explicó que las mujeres menos inteligentes tienen más tiempo libre porque no obtienen una recompensa económica al estudiar más o trabajar horas extras, y buscan a un compañero inteligente como un medio para avanzar económicamente. En ese sentido, las chicas ‘tontas’ tendrían una doble motivación para esforzarse por salir con hombres exitosos, financieramente hablandoAl, que las mujeres inteligentes no tienen.
Al parecer, ellos quieren a una mujer que haga de su relación una prioridad y, por desgracia para todas aquellas mujeres inteligentes que existen, hay un número considerable de mujeres dispuestas a hacerlo. De hecho, hay un montón de mujeres que ven a los hombres como sus salvadores.
Por otra parte, si una mujer en general tuviera que decidir qué tipo de mujer ser, estaría entre la espada y la pared: si eres ‘tonta’, pocos hombres te tomarán en serio; si eres inteligente, te toman demasiado en serio, como lo harían con un competidor o un rival. Las mujeres de todo el mundo viven bajo una espada de doble filo. Ser hermosa y atractivamente femenina, en general, no permite destacar la mente, mientras que una personalidad fuerte aunada a una gran inteligencia es vista como una amenaza indeseable.
Un estudio realizado con 121 británicos dio como resultado que las mujeres con alta inteligencia, en una relación hombre-mujer, son vistas por otros como problemáticas, mientras que la pareja masculina, también inteligente, no era visto como un problema, sino como deseable. Estos estereotipos culturales y prejuicios de género están impidiendo valorar a una mujer por su capacidad intelectual. En algunos lugares, están siendo ignoradas y castigadas por su inteligencia.
Hay una epidemia que parece afectar a nuestra generación. Las mujeres de todo el mundo buscamos desesperadamente hombres que nos aprecien, no que nos entiendan o nos apoyen. En un artículo de “The Daily Mail”, el consejero universitario David Willets afirma que las mujeres exitosas tendrán que elegir parejas menos capacitadas que ellas, porque el número de mujeres con estudios universitarios ahora es mayor al número de hombres con educación universitaria, lo que a su vez ha disminuido opciones en las citas. Al mismo tiempo, los hombres no están dispuestos a ocupar el segundo lugar en la competencia, y esto está causando que las mujeres ‘inteligentes’ se queden solas.
Una mujer que ha dedicado años de su vida a perseguir un posgrado o a desarrollar su profesión ha perdido el handicap frente a aquellas que se dedicaron un hombre para casarse. Aprovecharon su juventud y acapararon los prospectos, tomando primero los novios y luego los maridos disponibles. Mala suerte para todas aquellas que optaron por perseguir sus sueños profesionales.
Las mujeres universitarias han tenido que llenar su ‘vacío’ compensando sus carreras amorosas de citas fracasadas con carreras profesionales de éxito.
En un articulo publicado por “The Daily Beast”, la doctora Eileen Pollack explica:
Hay toda clase de contradicciones que se propagan en nuestra cultura que hacen que parezca que no se puede ser inteligente y sexy. No creo que la mayoría de nosotros desafiemos los paradigmas, sólo los absorbemos.
Si una mujer parece demasiado inteligente o exitosa, casi es un hecho que será encasillada como “no material para citas”. Aún si es ingeniosa y divertida, pero competitiva, será vista como un reto.
La sociedad ha venido a enseñar a las mujeres que es mejor tener una cabeza con menos ideas y que es mejor endurecer su corazón frente a las pocas expectativas de relaciones donde puedan mostrarse ambos al mismo nivel.