Las personas altamente sensibles son aquellas que saben escuchar, tienen iniciativa, son creativos, poseen un profundo conocimiento de sus sentimientos, son fieles y empáticas. Todas estas cualidades dentro de una persona se podrían apreciar como pequeños dones; pero si eres una chica en extremo sensible, seguramente también entenderás esos momentos incómodos.
Podrás incluso hasta pensar que ser demasiado sensible es una “maldición”, y aunque sabes que no lo es, tu hipersensibilidad siempre te mete en situaciones graciosas; como en estas 10 cosas que sólo entenderán las chicas altamente sensibles.
1. Siempre llevas pañuelos al cine por si lloras
Y claro, Diario de una pasión te hizo sentir la persona más ridícula y llorona del mundo; pero no puedes evitarlo. Incluso vuelves a ver las mismas películas una y otra vez y sigues llorando en la misma parte, es como una tortura voluntaria.
2. Lloras cuando alguien tiene un gesto lindo contigo
Te parte el alma cuando alguien tiene un detalle extremadamente lindo contigo. No puedes creer que haya tanta bondad y buenas intenciones en una sola persona (ahora mismo estás llorando con sólo imaginarlo).
3. Puedes pasar de la risa al llanto en un segundo
Las lágrimas de felicidad siempre las terminas confundiendo con lágrimas de tristeza (y viceversa). La gente no puede creer que estés llorando de tristeza y de pronto, por cualquier chiste, por más bobo que sea, te pone a reír a carcajadas.
4. Lloras cuando alguien es irrespetuoso contigo
“¿Qué ya no hay corazones buenos en este mundo?”. Te descontrola emocionalmente cuando cualquier persona se pone grosera contigo, sobre todo cuando eres amable con ellos. Es algo imperdonable para ti.
5. Tu rímel es a prueba de todo, menos de un corazón de pollo
No han hecho un rímel lo suficientemente resistente para los corazones pequeñitos, tiernitos, y frágiles de las chicas altamente sensibles. Y si lo inventan: ¡lloraremos de emoción!
6. Lloras si está nublado y escuchas una canción triste
Hasta parece que tu reproductor de música en aleatorio sabe cuando el día está nublado, lo cual te pone aún más sentimental y caes en la trampa. Comienzas a llorar sin razón junto a la ventana del coche.
7. Cuando un perrito se muere en la película
Todo, absolutamente todo puede morir… ¡Menos un perro!
8. Lo malo no es las lágrimas; es la cara dramática que pones
Tu cara exagerada siempre delata lo frágil que son tus sentimientos. Odias llorar porque al final siempre terminas hinchada, con los ojos rojos y desorientada.
9. Te gana el sentimiento en los lugares más incómodos
¿De todos los lugares donde podrías llorar en tranquilidad tenías que elegir la fila del supermercado? Ésa y muchas preguntas más terminas haciéndote cuando te das cuenta que no es el lugar ni el momento para ponerte sensible.
10. Los demás no saben qué hacer con tu llanto irracional
Su cara seria y de confusión lo dice todo; no sienten lo que tú. Así que por eso prefieres no tocar temas que te pondrán “a flor de piel” porque sabes que otra gente no lo entenderá.