Un mínimo de 10 años de prisión podría enfrentar Carola Rackete, capitana de la embarcación Sea Watch 3, que salvó de naufragar a 52 migrantes en la costa de Libia. Es acusada de “resistencia o violencia contra un buque de guerra” y tráfico ilegal de personas.
En una misión de rescate de la asociación no gubernamental Sea Watch, Rackete pasó 15 días con 40 de los migrantes rescatados dentro del barco en espera de poder atracar en la costa italiana. Finalmente, la madrugada del sábado, aprovechando la ausencia de personal en las oficinas del puerto, la joven capitana -de 31 años- desembarcó en Lampedusa donde fue detenida.
Matteo Salvini, ministro del Interior en Italia y principal promotor de la política “Puertos Cerrados”, acusó a Rackete de haber querido hundir una de las lanchas de la policía italiana que pretendía evitar que su barco llegara al puerto.
Ante ello, Carola Rackete respondió que su intención no fue desafiar a las autoridades sino que varios de los náufragos se encontraban al límite y temió que cometieran actos desesperados o incluso suicidio. Haidi Sadik, portavoz del Sea Watch 3, dijo en entrevistas a diversos medios de comunicación que su capitana había cumplido con las leyes marítimas vigentes y el derecho internacional humanitario.
De momento se sabe que no todos los migrantes a bordo del Sea Watch 3 han bajado en Lampedusa, mientras que la capitana se encuentra detenida en espera de la definición de su situación jurídica.
Carola Rackete es una joven de 31 años que ha participado en expediciones para organizaciones de investigación y para el grupo ecologista Greenpeace; estudió ciencias ambientales en el Reino Unido y se unió a Sea Watch con afán de “ayudar a quien no tiene las mismas oportunidades”.
Este caso en Italia se suma a otros como el de Pia Klem -de origen alemán- que se encuentra en espera de sentencia por haber rescatado a mil migrantes en el Mediterráneo, por lo que la acusaron de “fomentar la inmigración ilegal”.