Cuando sabemos de casos como el de Diane Hoffman, una mujer de 91 años que recientemente logró una triple corona rompiendo dos récords de atletismo norteamericano e imponiendo uno más a escala mundial, nos damos cuenta de por qué hoy en día tanto los medios de comunicación como las instituciones gubernamentales difunden de manera constante la necesidad de practicar con frecuencia alguna actividad física para mejorar la salud.
En el caso de personas de edad avanzada, los beneficios de realizar algún deporte incluyen la prevención de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer, retraso en el envejecimiento del cerebro, disminución de riesgos de presentar patologías como diabetes, hipertensión o alteraciones cardiacas, y algunos otros de tipo social como fortalecimiento de la autoestima y la imagen corporal.
Durante el Campeonato Abierto y de Maestros de Nueva Inglaterra, en Estados Unidos, Diane Hoffman rompió los recórds establecidos en su país para los 100 y 200 metros planos en la categoría de mujeres de 90 a 94 años; además, superó el registro mundial de 400 metros, concluyendo el recorrido en 2 minutos 44 segundos 25 centésimas; la marca anterior era de la colombiana Emilia García de Fontán, con un tiempo de 2:46:56, según Runner’s World.
Pero el caso de Hoffman no es el único. El pasado mes de junio, Julia Hurricane Hawkins, de 103 años, originaria de Baton Rouge, Luisiana, ganó las categorías de 50 y 100 metros en los Juegos Nacionales para Atletas Senior, hazaña que logró por segundo año consecutivo y a tan solo tres años de haber iniciado su participación en el atletismo.
El elemento común entre Diane y Julia es que ambas han practicado deporte a lo largo de su vida: la primera, tenis, y la segunda recién dejó -a los 100 años- el ciclismo de montaña. “Mi hijo quería que yo corriera… ¡Yo no corro, soy tenista!”, dijo Diane luego de ser notificada de sus triunfos por la USA Track & Field, el organismo nacional estadounidense dedicado a regular el atletismo.
Hoffman corrió los 100 metros en un tiempo de 24 segundos 19 centésimas, no alcanzó el récord mundial pero superó la marca estadounidense anterior de 24:22, establecida en esta misma competencia el año pasado. Posteriormente compitió en los 200 metros cruzando la línea en 56 segundos 33 centésimas que no bajaron el récord mundial de 55:62, pero definitivamente dejaron muy atrás el número estadounidense que era de 70:99.
Según la Organización Mundial de la Salud, existe evidencia suficiente para afirmar que, en comparación con adultos mayores que no realizan algún deporte, las personas mayores activas presentan menores tasas de mortalidad por todas las causas, tienen un perfil de biomarcadores más favorable para la prevención de enfermedades y mayor salud funcional.