“La verdad no se roba”, advirtió la periodista mexicana Lydia Cacho después de que, en su ausencia, dos hombres se introdujeran a su casa y sustrajeran información del trabajo periodístico que realiza actualmente.
El domingo pasado los desconocidos mataron a una de las perras guardianas, envenenaron a otra, rompieron los cables de las cámaras de seguridad y desactivaron la alarma para poder allanar la casa de la periodista en Puerto Morelos, Quintana Roo.
Además de robar equipo de trabajo, como una grabadora de audio, varias tarjetas de memoria, 10 discos duros con información -sobre todo referente a casos de pederastia que investiga- y tres cámaras fotográficas, desordenaron habitaciones, destrozaron objetos como fotografías familiares y ropa interior de la afectada.
Article 19, organización independiente de derechos humanos orientada a proteger la libertad de expresión, se manifestó ante este hecho calificándolo como una “represalia” por el trabajo de Cacho Ribeiro, quien desde 1999 ha vivido episodios de violencia que atribuye a venganzas por sus investigaciones orientadas a denunciar la violencia contra las mujeres y los niños.
En su cuenta oficial de Twitter, Lydia Cacho dijo que sus investigaciones están seguras fuera del país y que los agresores solamente tomaron algunas copias: “la verdad nadie se la roba”, escribió. Igualmente, advirtió: “por más que lo intenten no dejaré de investigar. El miedo no colonizará mi espíritu. Soy periodista, soy feminista y #DerechosHumanos el poder conlleva responsabilidad social. A los que me amenazan les digo: #AquiNadieSeRinde #Justicia #NiñezPrimero”.
Tras la publicación de su libro Los demonios del Edén, Lydia Cacho fue arrestada en Cancún y llevada a Puebla en donde fue sometida a maltrato físico y psicológico. Posterior a ello, y tras llevar su caso a foros internacionales, ha sufrido una serie de vicisitudes que la han puesto incluso al borde de la muerte, lo cual no ha frenado su actividad periodística y de activismo por los derechos humanos.
Cacho es feminista y activista por los derechos de las mujeres y los niños. Ha escrito desde poesía hasta un manual para prevenir el maltrato infantil. Entre sus principales libros se encuentran Esclavas del poder: Trata sexual, El silencio es nuestro, La ira de México y Slavery Inc.: La historia no contada sobre el tráfico sexual internacional.