Kelly Clarke siempre quiso ser madre, pero nunca tuvo buena suerte en el amor. Aun así, su anhelo seguía presente y a sus 50 años se dio cuenta de que no necesitaba una pareja para tener un hijo, por eso decidió quedar embarazada a pesar de su edad.
Kelly borró el concepto de “familia tradicional” cuando se sometió a una fecundación in vitro para cumplir su sueño de tener un bebé. Ahora es la mamá que siempre quiso ser y no hay nada que la haga sentir más feliz.
Kelly cumplió con el mayor de sus deseos
Kelly siempre sintió una gran conexión con los niños, por eso desde muy joven sabía que quería convertirse en madre. Sin embargo, nunca tuvo buena suerte en el amor y cada año que pasaba, su sueño se veía más lejano.
Justo cuando cumplió 50 años se dio cuenta de que el tiempo ya se estaba acabando, por eso tomó todos sus ahorros y viajó hasta Atenas, Grecia, para realizarse un método in vitro y así tener el bebé que siempre deseó.
Su familia no la apoyó en un inicio, porque creían que era una locura ser madre soltera y que el bebé merecía tener una familia tradicional. Pero eso no la detuvo y continuó con su decisión. Después de 12 días de que su óvulo fue fecundado, Kelly se enteró de que estaba embarazada.
Me encontré con una gran resistencia por parte de mi familia por decidir convertirme en madre soltera a los 50 años, porque estaban preocupados por mí y las implicaciones de usar un donante, pero en ese momento supe que mi decisión era definitiva y la correcta.
La pequeña Layla Rae Clarke ahora tiene siete meses y es la alegría de su madre, quien acaba de cumplir 51 años. La bebé llegó para cambiar el rumbo de la vida de Kelly y si bien explicó durante una entrevista que se siente un poco abrumada por el desafío que implica ser madre soltera, su alegría y amor por su pequeña logran combatir cualquier tipo de estrés o pensamiento.
Kelly demostró que cuando se tiene un sueño o un anhelo, eres tú quien debe trabajar todos los días para conseguirlo, porque siempre es buen momento, sin importar la edad.