Seguramente te ha pasado alguna vez, o dos o tres… Estar sentada en el transporte público y no tener espacio suficiente para descansar tus piernas porque el chico que está a tu lado ocupa más espacio del que debería.
A este acto se le conoce como manspreading, por sus componentes en inglés, man (hombre) y spreading (extenderse). Sin embargo, esto ha llevado al hartazgo de algunas mujeres que se han declarado en contra de esta práctica tan común, y piden que se respete el espacio de cada individuo dentro del metro o colectivo.
La situación es bastante delicada
Aunque parezca algo absurdo, en realidad es molesto, pues es invasivo e incómodo para quienes están al lado, además es evidente que al hombre que aplica un manspreading, no le interesa cuánto espacio usa con tal estar cómodo.
Madrid alza la voz
En España esto parece ser un grave problema dentro de los vagones del metro, por lo que a través de una campaña de la Compañía de Transporte Municipal y el Ayuntamiento de Madrid se busca erradicarlo, incorporando una nueva señal que indica su prohibición.
Las mujeres reclaman su espacio
La iniciativa comenzó gracias a la organización feminista Mujeres en Lucha, que abrió una petición en la plataforma de Change.org con el objetivo de acabar con esta molesta práctica.
En otras ciudades la situación es más intensa…
Las campañas para evitar este problema en el transporte público han llegado a otras ciudades del mundo.
En 2014, la autoridad de transporte del área metropolitana de Nueva York instaló varios avisos en el metro que decían: “Amigo, evita extenderte, por favor”. La ciudad de Filadelfia hizo lo mismo con una campaña bajo el lema de: “Amigo, es de mala educación sentarse de esa manera”. En Seattle se colocaron imágenes de pulpos sobre los vagones, con los tentáculos extendidos sobre los asientos.
La polémica se ha desatado
Algunas usuarias de Twitter han compartido sus experiencias y por supuesto la discusión en torno a esto ha sido inevitable, hay chicos ofendidos que aseguran que esto no es machismo, mucho menos una falta de respeto o educación.
Sin embargo, todos debemos aprender a respetar el espacio de nuestros semejantes, para evitar situaciones, miradas o comentarios incómodos o innecesarios.