“No hay una razón lógica por la que las mujeres no deban ganar lo mismo que los hombres”, dijo el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, durante los festejos por el triunfo del equipo femenil de futbol de Estados Unidos en el Campeonato Mundial 2019; posteriormente firmó la ley que prohíbe la brecha salarial de género en el estado.
Las jugadoras de la selección femenil de futbol en ese país demandaron el pasado 8 de marzo -Día Internacional de la Mujer- a la Federación de Futbol Nacional por “discriminación institucionalizada de género”, no solamente por la diferencia salarial con sus pares hombres sino por las condiciones diferenciadas que les da para jugar, entrenar y viajar. Cuatro meses después obtienen por cuarta ocasión la copa mundial en su disciplina y sus seguidores han tomado su bandera: ¡equal pay!
Este fue el inmejorable marco en el cual el Andrew Cuomo anunció la entrada en vigor de la ley estatal que impide pago desigual a trabajo igual entre hombres y mujeres, “en la base de una clase protegida para todos los trabajos sustancialmente similares”, afirmó.
La ley ha entrado ya en vigor en el estado, y otro elemento relevante incluido en ella es que impide a las compañías preguntar en las entrevistas de trabajo sobre el historial salarial del postulante. “Al firmar esta legislación no solo hacemos lo correcto sino también lo moralmente acertado, y la misma paga por el mismo trabajo es ahora mismo ley en el estado de Nueva York”, dijo Cuomo al colocar a su entidad como pionera en el tema.
En Francia hay otro antecedente de avances en la abolición de diferencias salariales por motivos de género: en el 2018 el primer ministro Edouard Philippe presentó la iniciativa para multar a las empresas que incurran en esa práctica, ya que en ese país los hombres ganan un promedio de 9 por ciento más que las mujeres.
Los planes presentados por el jefe de Gobierno a sindicatos y empleadores incluyen un periodo de gracia de tres años para que las empresas de más de 50 empleados instalen un software especial a través del cual se monitorearán las brechas salariales injustificadas.
Por su parte, Islandia es el primer país en el mundo que obliga a las compañías y empresas a pagar de forma equitativa a hombres y mujeres. Aunque los empleadores tienen permitido pagar salarios según el desempeño de sus empleados, deben demostrar que esto no está influido por características sociales.
En general, es el continente europeo donde se han realizado más esfuerzos por eliminar la brecha salarial de género. De acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, en la Unión Europea y otros 35 países en 2014 se pagaba un 13.6 por ciento más por hora de trabajo a los hombres que a las mujeres.
En el caso de América Latina, la Comisión de Estudios para América Latina informó que las mujeres ganan un 84 por ciento de lo que ganan los hombres. En México la brecha salarial se acentúa conforme más alto es el nivel jerárquico de la plaza a ocupar, de acuerdo con los indicadores de género de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Inegi.