Paola Pliego, la esgrimista mexicana que se ubicó alguna vez en el primer lugar del ranking juvenil de la Federación Internacional de Esgrima (FIE) en la categoría de sable, anunció su retiro del deporte mexicano a través de una carta en la que realiza fuertes señalamientos contra los directivos de la disciplina en el país, y compartió que en lo sucesivo representará a Uzbekistán, país del cual se nacionalizó.
Luego de haber quedado fuera de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro por un “error” del laboratorio de la Conade, que le dio un positivo falso en dopaje por modafinil, la atleta inició una batalla legal -que a la fecha permanece- en la búsqueda por lograr una reivindicación total por esta situación.
“Sin importar mis esfuerzos y resultados, fui víctima de la corrupción, de los dirigentes deportivos y de sus intereses personales. Me arrebataron injustamente la posibilidad de continuar representando a nuestro país y se han empeñado en afectar mi carrera, manchar mi nombre y mi trayectoria”, escribió la multimedallista en copas del mundo.
Luego de cuestionar el porqué de ser objeto de tales agresiones, Paola hizo señalamientos específicos contra tres funcionarios del ámbito deportivo nacional. Posteriormente avisó que seguirá dando lo mejor de su esfuerzo para mantenerse en la élite de los deportistas a escala mundial.
“Desafortunadamente, no podré hacerlo más por el país que tanto quiero y por el que tanto he luchado”, expresó antes de cerrar su carta y agradecer las muestras de cariño que los mexicanos le profesan de manera permanente. A partir de ahora, sus logros -dijo- serán producto de la fuerza de dos pueblos: México y Uzbekistán.